Con la creciente popularidad de varietales como Malbec argentinos y Carmeneres chilenos, el Día Internacional del Cabernet el 3 de septiembre continúa la celebración de estas variedades profundas y complejas con sus robustos taninos y suaves acabados. Sus hermosos colores y perfiles de sabor accesibles insinúan el próximo cambio de temporada.
 
De hecho, Argentina tuvo exportaciones de vino valoradas en más de $797,6 millones, lo que representa el 2,2% del mercado mundial de vino total en 2019. El Malbec es su variedad más exportada, con 79,3 millones de litros y $327 millones en 124 países. De hecho, las exportaciones totales de vino de Argentina a Estados Unidos ascendieron a 284 millones de dólares.
 
Además, Chile también es un país exportador líder con la mayor producción de América del Sur. Exportó $1.9 mil millones, lo que representa el 5.3% del total mundial y, en particular, las exportaciones totales de vino de Chile a los EE. UU. Representaron $259 millones en 2019.

Proveedores de logística probados, como Dachser, cuidan cada detalle para garantizar que estos populares vinos latinoamericanos lleguen a sus destinos finales en EE. UU. En las mejores condiciones:
 
1. Temperatura del contenedor: una variedad de condiciones, como el clima del país de origen y la ruta de transporte, determinan si el transporte de vino requerirá equipo con temperatura controlada.
 
– Envases Secos: Utilizados para el transporte de vino embotellado, pueden llevar una manta térmica o material aislante cubriendo el interior del envase para controlar la temperatura.
 
– Contenedores Reefer: Utilizados para transportar vinos de primera calidad, evitan la fluctuación de temperatura que potencialmente podría dañar la calidad del vino.
 
– Flextanks: Usados principalmente en el transporte de vino a granel, generalmente es una bolsa o un tanque de gran tamaño fabricado con material flexible ubicado dentro de un contenedor de 20 pies.
 
2. Almacenamiento: Cuando los productos se exportan a granel, llegan a los centros de distribución para ser embotellados y luego distribuidos a los puntos de venta y compradores finales. Por otro lado, el vino embotellado llega a los almacenes.
 
3. Cantidad de vino por envío: Dado que el vino se puede exportar a granel o embotellado, la cantidad y el peso de cada envío varían, lo que afecta el proceso de planificación.
 
Desde el viñedo hasta la estantería, estos amplios detalles deben ser abordados por proveedores logísticos expertos con procesos eficientes como Dachser, una organización líder en logística global con una experiencia considerable en el transporte de vino. Fuente: Dachser