La designación de Pete Buttigieg a cargo del estratégico Departamento de Transporte de Estados Unidos promete millonarias inversiones.
Por Agustin Barletti //
«Venimos a resolver la crisis en infraestructura del transporte que agobia a nuestro país», señaló más de una vez Joe Biden durante la campaña electoral. Uno de sus rivales en la interna presidencial del partido demócrata fue el exalcalde de South Bend, Indiana Pete Buttigieg.
Con 38 años de edad Buttigieg se presentó como «una nueva voz, con nuevas ideas que trascienden la vieja política» y su mensaje de cambio generacional prendió al punto de quedar empatado con Bernie Sanders en las primarias de Iowa. Sin embargo, Buttigieg no pudo atraer suficientes votos de los afroamericanos, un electorado clave en el partido demócrata. A medida que se realizaban primarias en estados más diversos como Carolina del Sur, Buttigieg se fue quedando atrás y abandonó la campaña. Pero al darle su temprano apoyo a Biden en la contienda, le facilitó el camino a la nominación.
La promesa de campaña de Biden, que anticipó un gabinete que «romperá todas las barreras», se está haciendo realidad. De confirmarse el nombramiento por el senado, Buttigieg será el primer funcionario abiertamente gay que accede a un gabinete nacional. Biden elogió ese dato y prometió que una vez que termine de nombrar a los integrantes, su gobierno, tendrá más mujeres y miembros de minorías que ninguno anterior.
Los grupos de derechos LGBTQ elogiaron la designación.
«La nominación de Pete es un nuevo hito en un esfuerzo de décadas para garantizar que las personas LGBTQ estén representadas en todo nuestro gobierno, y su impacto repercutirá mucho más allá del departamento que él dirigirá. Biden distancia a nuestra nación de un legado problemático de excluir a las personas LGBTQ de cargos gubernamentales y nos acerca a la visión de un gobierno que refleje a Estados Unidos», dijo Annise Parker, presidenta y directora ejecutiva del Instituto LGBTQ Victory.
Buttigieg, que también sirvió durante siete meses como oficial de inteligencia en Afganistán, está casado con su esposo, Chasten, desde 2018.
El Departamento de Transporte supervisa el sistema de rutas, los aviones, los trenes y el transporte público de la nación y está preparado para desempeñar un papel clave en las primeras etapas de la administración entrante.
Biden se comprometió a gastar miles de millones de dólares en importantes mejoras de infraestructura y en iniciativas de modernización que pueden ayudar a EEUU a combatir el cambio climático. También quiere exigir de inmediato el uso obligatorio de tapabocas en los aviones y los sistemas de transporte público para frenar la propagación del coronavirus.
La propuesta de Biden es consensuar la estrategia de infraestructura para transformarla en un tema bipartidista. De esta forma, quiere despegarse de Donald Trump que pasó años prometiendo impulsar un importante proyecto de ley en el Congreso que por falta de votos nunca se materializó. En cambio, su gobierno gestionó para suavizar los estándares de emisiones de carbono, algo en que el equipo de Biden probablemente trabaje para deshacer como parte del compromiso más amplio de desacelerar el calentamiento global.
Fuente: Transport & Cargo, El Cronista