Sandra Cipolla, flamante presidenta de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval aseguró que el sector debe estar acompañado de políticas públicas acordes a su importancia y contar con herramientas de innovación.
Por Agustín Barletti
La Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN) eligió nuevas autoridades para el período 2021 a1 2023, y por primera vez, una mujer accedió al cargo de presidenta.
La nueva Comisión Directiva quedó conformada de la siguiente manera: presidenta, Sandra Cipolla; vicepresidente I, Marcelo Domínguez; vicepresidente II, Jorge Varela; secretario, Miguel Ángel Sánchez; prosecretario, Rafael Guiñazú; tesorera, Laura Maroni; protesorero, Eduardo Damiani y los vocales titulares: Carlos Álvarez, Carlos Martínez, Hugo Obregoso, Ángel De Angelis y Jorge Pereda. Además, acompañan Armando Tavarozzi y Martín Fernández como vocales suplentes I y II, y Mariano Villarino y Javier Roldán como revisores de cuentas titular y suplente, respectivamente.
Para conocer más detalles al respecto, Transport & Cargo dialogó con Sandra Cipolla:
Es la primera vez que una mujer llega a la presidencia de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval ¿Cómo vive esta situación?
En primer lugar, me siento profundamente agradecida con todos y cada uno de los miembros por su apoyo y respaldo. Si bien es así como usted plantea y es la primera vez que es designada una mujer como presidenta de la ABIN, debo ser absolutamente sincera con la entidad y destacar que a lo largo de estos casi 17 años siempre he tenido una participación muy activa y, si bien hoy me toca asumir el cargo de mayor jerarquía, somos un equipo consolidado hace mucho tiempo que viene trabajando en pos del crecimiento y la defensa de nuestra industria naval.
Como dirigentes y empresarios comprometidos con el desarrollo de nuestro país, el futuro nos interpela y nos obliga a plantearnos nuevos objetivos y profundizar aquellos por los que hemos venido trabajando. La industria naval – en tanto sector estratégico para el desarrollo productivo de nuestro país – debe estar acompañado de políticas públicas acordes a su importancia y contar con herramientas de innovación y tecnológicas fundamentales para su desarrollo, productividad y competitividad. Para ello es necesario una activa política empresarial que desde ABIN impulsaremos con el mayor de los compromisos y responsabilidad.
¿Qué medidas podrían tomarse para ayudar al desarrollo de los astilleros bonaerenses?
La industria naval necesita que el acompañamiento que hoy se siente se sostenga en el tiempo para poder fijar políticas que hagan al desarrollo sostenido del sector y nos permitan planificar a mediano y largo plazo.
Es importante señalar, además, dos cuestiones: por un lado, la industria naval vinculada al sector pesquero se encuentra en un interesante momento a partir de las decisiones del propio sector empresarial y del apoyo del gobierno. Esto ha permitido no solo la existencia de nuevos contratos de construcción sino, también, el desarrollo de inversiones que les permitirán a las empresas ampliar sus capacidades productivas y la demanda laboral.
Por otro lado, el sector que opera en el litoral fluvial y marítimo y toda su flota – desde la sanción de la Ley 27419 en el año 2017 – se enfrenta a una compleja situación que debe ser atendida para que la Argentina recupere su flota mercante y, a través de la defensa de su soberanía marítima y fluvial, pueda generarse el desarrollo de sus puertos, su marina mercante y la industria naval.
En líneas generales debemos destacar que el año pasado pudimos avanzar en diversos ejes de trabajo, algunos de los cuales se concretaron como fue la inclusión de la industria naval en el Programa de Desarrollo de Proveedores (PRODEPRO). Otros quedaron para ser abordados y profundizados en el transcurso de este 2021, por ejemplo, las líneas de financiamiento y crédito, con un carácter de fomento de la industria para la construcción de embarcaciones, tanto para el litoral marítimo como el fluvial, o la posibilidad de que nuestro sector despliegue su potencial para incorporarse a las energías limpias.
Creemos que la industria naval, en la medida que cuente con el acompañamiento y el apoyo necesario, podrá aportar mucho más para el crecimiento de nuestro país, la producción y el empleo.
¿Existe buen diálogo e interacción entre los industriales navales y las autoridades nacionales y provinciales?
Durante el 2020, y a pesar de la pandemia, pudimos llevar adelante junto al sector público una interesante agenda de trabajo en el marco de las Mesas Sectoriales del Acuerdo Económico y Social promovido por el gobierno nacional, a través del Ministerio de Desarrollo Productivo y la Secretaría de Industria. Vemos – tanto a nivel provincial como nacional – un acompañamiento y un apoyo del estado a nuestro sector productivo que esperamos, y somos optimistas en este sentido, continúe y se profundice. Aún quedan múltiples desafíos por delante, mucho más en este difícil contexto que estamos atravesando, no solo en nuestro país sino también a nivel mundial.
Consideramos esencial la incorporación y participación de la Industria Naval en los ámbitos de estudio, análisis y toma de decisiones vinculadas al sistema fluvial de nuestro país en su conjunto a partir de la intrínseca relación existente entre nuestro sector, la marina mercante y los puertos de nuestro de país.
Desde nuestro lugar seguiremos acompañando y colaborando con la implementación de políticas públicas tendientes, como mencione anteriormente, a promover y fortalecer el desarrollo productivo y sustentable de la industria naval. A partir de un trabajo conjunto podremos articular voluntades, potenciar capacidades y mejorar las oportunidades