Puertos de todo el mundo cooperarán para el desarrollo e impulso del uso y el comercio de hidrógeno. La participación del puerto de Bahía Blanca forma parte de la nueva agenda nacional para impulsar la producción, utilización y exportación de hidrógeno.
En un paso hacia la economía del hidrógeno, el Puerto de Bahía Blanca firmó el acuerdo de lanzamiento de la Coalición Global de Puertos de Hidrógeno. El consorcio del puerto bonaerense formará parte de una iniciativa internacional que esta en línea con la búsqueda de una estrategia argentina en materia de hidrógeno y en sintonía con otras iniciativas regionales.
El Puerto de Bahía Blanca y otros 28 puertos y organizaciones portuarias del mundo suscribieron el acuerdo de creación de la Global Hydrogen Ports Coalition en la CEM12 y el MI6, dos reuniones internacionales para la aceleración de la transición energética, organizadas en esta oportunidad por Chile. Mediante el memorando firmado los puertos compartirán información y analizarán cómo abordar el desarrollo del hidrógeno en sus instalaciones.
“Para el puerto de Bahía Blanca es un orgullo representar a la Argentina en este grupo de trabajo, que tiene por objetivo reducir la emisión de combustibles fósiles, reconociendo al hidrógeno como uno de los grandes valores en esta línea”, remarcó el presidente del consorcio del puerto, Federico Susbielles, en el panel de lanzamiento. “No tenemos ninguna duda de que el tránsito y el camino a la producción y almacenamiento de hidrógeno es buena parte de la sustentabilidad, de la sostenibilidad que queremos construir en nuestro puerto y en el país”, concluyó.
La lista de puertos incluye a gigantes de Europa como Rotterdam (Países Bajos), Antwerp (Bélgica) y Hamburgo (Alemania). Entre los puertos sudamericanos figura el de Mejillones en Chile y el Complejo Portuario de Pecém en Brasil.
Hacia una estrategia nacional
La iniciativa está en línea con la nueva agenda oficial en materia de hidrógeno, presentada a mediados de mayo en la celebración del foro “Hacia una Estrategia Nacional de Hidrógeno 2030”, organizado por el Consejo Económico y Social. “Acá se está definiendo una auténtica política de mediano y largo plazo en la cual la Argentina una vez más tiene que estar unida. Por eso es tan importante que a partir de ahora y en el marco del Consejo Económico y Social se desarrollen los estudios, las propuestas, las opiniones y también las iniciativas nacionales e internacionales para que en el próximo semestre nuestro país pueda presentar de modo consensuado una estrategia nacional de hidrógeno 2030”, destacó el presidente Alberto Fernández en aquella oportunidad.
El hidrógeno es un vector energético que puede ser obtenido a partir de distintas fuentes. Argentina produce unas 400.000 toneladas anuales de hidrógeno “gris” (mediante la quema de hidrocarburos), pero sin tecnologías para la captura de las emisiones de carbono. Países y organismos internacionales impulsan el desarrollo de las capacidades para producir hidrógeno “verde”, obtenido a través de electrolisis, con electricidad generada por fuentes renovables. Otra opción es producir hidrógeno “rosa” mediante energía nuclear.
Infraestructura y el puerto de Bahía Blanca
En el gobierno entienden que el país tiene un gran potencial para la producción de hidrógeno gris con captura de carbono y de hidrógeno verde. El hidrógeno gris sigue siendo el más competitivo en términos económicos, debido a lo costoso que todavía resulta obtenerlo mediante electrolisis con las tecnologías existentes.
Las infraestructuras de gasoductos son entendidas en el mundo como activos centrales a la hora de pensar una futura economía del hidrógeno. Pueden ser adaptadas para el transporte de hidrógeno de cualquier tipo. “Argentina cuenta con una vasta red de transporte y distribución de gas de más de 16.000 kilómetros, y el hidrógeno, en concentraciones bajas de entre un 10% y 15%, mezclado con el gas natural, puede ser transportado por las mismas redes”, destacó el subsecretario de Planeamiento Energético, Javier Papa, en la presentación del foro sobre hidrógeno argentino.
En ese sentido, el Puerto de Bahía Blanca destaca como un hub natural para el almacenamiento y la exportación de hidrógeno. “Nuestro puerto contiene diversas formas de energía. Pasan oleoductos y poliductos, tenemos una gran generación de energía eólica y también una gran factibilidad en energía solar”, dijo Susbielles.
Por la calidad de sus vientos la provincia de Buenos Aires es una de principales áreas de concentración de generación eólica del país, con unos 1177 MW de potencia instalados, buena parte de ellos en el sur de la provincia y en área de Bahía Blanca. El aprovechamiento de los recursos eólicos para generar hidrógeno ya esta ocurriendo en el país a escala piloto, con la planta de Hychico en Chubut, propiedad del Grupo Capsa.
El puerto forma parte del consorcio para la investigación y el desarrollo en materia de hidrógeno en el país armado por Y-TEC, la empresa tecnológica de YPF. Participa en la célula de trabajo sobre exportación, un tema que será clave para la viabilidad de la economía del hidrógeno. El transporte por barco sigue siendo uno de los mayores desafíos. Por ejemplo, transformar el hidrógeno en amoníaco permite transportarlo en un volumen menor y de forma más segura, pero el costo económico de esa operación (que incluye su reconversión posterior a hidrógeno) sigue siendo poco competitivo.
El de Bahía Blanca es el único puerto nacional desde el cual se exporta amoníaco. Consultado por EconoJournal, el gerente de Desarrollo de Negocios del puerto, Juan Linares, dijo que la visión es “posicionar al puerto de Bahía Blanca y al país como exportador de hidrógeno y ser un impulsor de las energías renovables”.
Chile, líder regional en hidrógeno verde
En la CEM12/MI6, el ministro de Energía de Chile anunció que su país, Australia, el Reino Unido y la Unión Europea liderarán una misión para el impulso del hidrógeno limpio. “Chile está asumiendo un papel de liderazgo en el desarrollo de esta misión. Nuestro objetivo será aumentar la competitividad de los costos del hidrógeno limpio para construir una economía global”, explicó Juan Carlos Jobet. La Misión del Hidrógeno Limpio se centrará en la investigación y el desarrollo de tecnologías y procesos industriales, la demostración de proyectos a gran escala para adoptar un enfoque sistémico (producción, almacenamiento, transporte y uso final del hidrógeno a través de los valles del hidrógeno) y el despliegue a través de normas, reglamentos y el fomento de la demanda.
Chile presentó el año pasado su Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde con la que busca producir y exportar el hidrógeno verde “más barato del mundo” (a menos de USD 1,5/kg) para el 2030. La estrategia plantea alcanzar los 25 GW de capacidad de electrolisis, con una primera meta de 5 GW de capacidad construida y en desarrollo para el 2025 en al menos dos polos de hidrógeno verde. La Comisión de Impacto Ambiental de Magallanes aprobó semanas atrás el proyecto Haru Oni de Highly Innovative Fuels en esa región. Será la primera planta comercial para la producción a gran escala de combustibles a base de hidrógeno verde en Chile.
El desarrollo de un mercado global del hidrógeno podría recibir un impulso importante en el futuro cercano. El Puerto de Rotterdam en Países Bajos trabaja en el proyecto HyXchange, la primera plataforma de comercialización y trading de hidrógeno del mundo. Chile firmó en marzo un acuerdo de cooperación y diálogo con la autoridad portuaria en Rotterdam que busca el establecimiento de corredores de exportaciones e importaciones de hidrógeno con Europa. Fuente: Nicolás Deza, Econojournal