Un dictamen favorable del Ministerio de Transporte podría resolver las trabas que el Código Aduanero le impone al transporte de contenedores en el cabotaje nacional.
Por Martín Maggiori * //
Las voces productivas esta vez fueron escuchadas por el Estado nacional. Según nota del portal Globalports: www.globalports.com.ar/el-estado-comienza-a-resolver-el-codigo-aduanero-para-el-cabotaje la Asociación Intermodal de América del Sur (AIMAS) recibió el dictamen de tratamiento del antiguo régimen de cabotaje que impide el mismo trato a los barcos que navegan de manera interna contra las otras opciones como ser el camión o tren.
El dictamen de la asesoría jurídica de la Secretaría de Planificación del Ministerio de Transporte comparte las razones expuestas por AIMAS sobre los perjuicios y barreras que imponen algunos mecanismos del Código Aduanero y, asimismo, considera que no es necesario suspenderlo o modificarlo, sino ordenar cuestiones administrativas y procedimentales que hagan posible que el transporte náutico se empareje a los otros tres métodos logísticos. El argumento se basa en nuestra Constitución que prohíbe imponer barreras administrativas o tarifarias a las cargas que se mueven dentro del territorio nacional.
Se abre entonces una oportunidad histórica si esto llega a buen puerto, ya que cualquier productor podrá trasladar sus productos usando la hidrovía o la vía marítima como un lugar para reducción de costos, si los puertos adaptaran sus tarifas a trafico nacional interno; pudiendo integrar las cadenas globales de valor desde cualquier punto del país.
Como había citado de ejemplo en una nota anterior www.cronista.com/transport-cargo/el-desafio-de-facilitar-el-comercio, Pepe de Formosa una vez modificada la norma podría por primera vez enviar su producción de carbón a Buenos Aires, Mar del Plata o Comodoro Rivadavia por barco, una opción que debiera ser más económica.
Celebro que se haya escuchado lo presentado por AIMAS y entiendo que los gobiernos provinciales deberían estar despiertos y dejar de pensar solo en la exportación. Los puertos interiores o el movimiento interno de mercaderías deberían generar mano de obra, inversiones y reducciones de costos logísticos. La oportunidad es histórica, y espero que no se desaproveche. Imagino barcos más pequeños usando las vías navegables, sacando el cereal directamente desde Puerto Ruiz (Gualeguay, Entre Ríos), directo a los puertos de salida; de Diamante la arena a Vaca Muerta ingresando vía Bahía Blanca para hacer trasbordo al ferrocarril con destino a Neuquén. Y si me dejan seguir soñando, Posadas, bajando sus cargas a los puertos de salida o a las grandes urbes tan solo para que puedan aprovechar los menores costos.
Formosa tiene un puerto con una grúa increíble que no se usa, a Barranqueras le sobra carga para bajar, en fin, una simple decisión administrativa que tuvo que ser inducida por un grupo de actores, en este caso desde Bahía Blanca, con una gran visión federal; podría ser un motor de inversiones productivas.
Aquí nace otra historia.
(*) Especialista n logística. Socio gerente de la empresa de servicios portuarios La Barquita SRL . Fuente: Transport & Cargo, El Cronista