La lujosa embarcación “La Datcha”, valuado en 100 millones de euros no puede realizar u viaje inaugural a la Antártida porque perdió una de sus anclas durante las maniobras realizadas en los alrededores del puerto de la ciudad de Ushuaia.
El primer yate rompehielos del mundo ruso se encuentra demorado en la capital de Tierra del Fuego desde mediados de este mes, debido a que la legislación marítima impide la navegación en esas condiciones.”Por normas internacionales, la Prefectura Naval Argentina no le permite navegar sin un ancla. Es un tema de seguridad del barco. Hasta que no la recuperen o traigan otra, no pueden zarpar”, explicó a Télam Roberto Murcia, presidente de la Dirección Provincial de Puertos (DPP).
El funcionario mencionó que mientras la tripulación soluciona el inconveniente, el yate fue autorizado a permanecer en rada, en inmediaciones del muelle fueguino, durante los momentos en que no pueda estar dentro del puerto debido a la presencia de otros buques.
Por su parte, la tripulación del buque contrató a una empresa privada de la ciudad que opera con buzos y drones submarinos para intentar recuperar el áncora. “Están utilizando un Zódiac de la propia embarcación para recorrer el lugar e intentar dar con el ancla. La empresa les proporciona el personal para operar un drone tipo ROV liviano con capacidad para sumergirse hasta 150 metros y con cámaras, luces, y otros accesorios para relevar estructuras en el fondo del mar“, agregaron los voceros consultados.
Con minisubmarinos buscan el ancla del yate ultra millonario perdido en el Beagle
Con minisubmarinos y otros equipos tecnológicos de ultima generación buscan el ancla del yate ultra millonario ruso “La Datcha”, el cual se perdió en el Canal Beagle mientras se encontraba en rada. Por falta de ese elemento, Prefectura Naval Argentina no le permite continuar su viaje hacia la Antártida y permanece varado en Ushuaia.
El docente investigador de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) investigador del Instituto de Desarrollo Económico e Innovación (IDEI) y fundador de Deep Ocean Engineering, Ing. Carlos Pane, explicó esta mañana que la empresa utiliza “una flota de minisubmarinos no tripulados de última generación que sirven para hacer inspecciones y para hacer esta documentación por ejemplo de barcos, muelles, de boyas del fondo del mar, tomar muestras y ese tipo de cuestiones”.
La empresa, que comenzó a instalarse a este año, apunta a dar un servicio a las empresas de cruceros que detectan alguna anomalía en sus embarcaciones y “en este caso el crucero ruso también solicitó lo mismo”.
Según el profesional, el ancla del rompehielos se perdió cuando los vientos del fin de semana pasado obligaron a los buques que se encontraban amarrados en el muelle comercial del Puerto a entrar en rada, es decir en la costa de la ciudad para “que los barcos no se azoten contra el muelle, pero también que el muelle comercial no sufra la carga estructural que significa tener todas esas toneladas golpeando permanente por el momento por el mismo”.
“El barco salió al arrastre y cualquiera que estuviera comiendo en alguno de los restaurantes o confiterías altas, lo podía ver bailando en el viento cuando estaba en rada, y ese mismo viento fue el que produjo que se soltara o cortara una de las anclas”, contó en declaraciones a Radio Provincia Ushuaia.
Frente a esto, aclaró que por perder un aclara “no hay que rasgarse las vestiduras por ello, cualquiera que anda en el mundo náutico seguramente tiene un ancla perdida, como cualquiera que maneja, seguramente tiene un rayón en el auto, y no es un crimen. Lo que sucedió, como dice la Ley de Murphy, cayó en el momento menos oportuno, pero que tuvo tanta publicidad y trascendencia, porque además rompehielos, estar en su viaje inaugural, y querían descorchar en la Antártida fin de año”.
Sobre el llamado de la tripulación a la empresa, Pane informó que convocó a sus alumnos para la búsqueda y que ya se realizó una primera incursión sobre el mar. No obstante, no pudo brindar mayores detalles por un contrato de confidencialidad. “Hicimos la primera búsqueda, no pudimos encontrar el ancla porque no tuvimos tiempo. Pensar que yo recibí el llamado del 23 de diciembre y el 24 de Nochebuena a las 15:00 de la tarde estamos buscando el ancla. Si tuvimos un rastro, pero no pudimos continuar por falta de batería, y luego llegaron las fiestas”, indicó y dijo que actualmente se está “a disposición del capitán para que él determine cómo continuar”.
Finalmente, manifestó sentirse “en una posición privilegiada por el hecho de poder tener un pie en el mundo privado y otro pie en el mundo académico y tratar de obtener y lograr sinergia entre lo mejor de ambos mundos”. Fuente: U24