La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) participó de Expoagro 2023 con una charla donde dio a conocer los nuevos productos satelitales, de acceso libre y gratuito, disponibles para el sector agropecuario.
Mediante estas herramientas (mapas), generadas en base a información de la constelación argentina SAOCOM 1, se pueden conocer el estado y la evolución de la humedad del suelo, con una precisión inédita, estimar los rendimientos de los principales cultivos pampeanos, compararlos con el rinde del último año o con la serie histórica, y pronosticar enfermedades, entre otras aplicaciones de interés agropecuario.
Los satélites SAOCOM 1A y 1B fueron lanzados al espacio en 2018 y 2020, respectivamente. Están equipados con un Radar de Apertura Sintética (SAR) en banda L, desarrollado en la Argentina, único en el mundo, y que se destaca por obtener información de día y de noche, e independientemente de las condiciones meteorológicas. Además, la señal del satélite puede penetrar en la capa superficial del suelo y estimar la humedad, calibrada y validada, por debajo de los cultivos de un modo preciso, como nunca antes.
La información brindada por la Misión SAOCOM 1 ayuda a que los productores sepan cuál es el estado de humedad del suelo para decidir el momento de la siembra, la fertilización, la cosecha y el riego óptimo, entre otros aspectos, en cultivos como soja, maíz, trigo y girasol. Asimismo, brinda soporte en relación al uso de fitosanitarios para el control de enfermedades, en particular la fusariosis de la espiga del trigo.
Mapas de humedad
Los Mapas de Humedad Superficial de Suelo para la región pampeana, disponibles en el catálogo de imágenes SAOCOM, permiten hacer un seguimiento de la evolución de la humedad en los suelos para los principales cultivos pampeanos (soja, maíz, trigo y girasol), con información actualizada a lo largo de la campaña.
Esta información es de relevancia para productores y profesionales del sector agropecuario, debido a que permite conocer cómo varía la humedad en el lote y tomar mejores decisiones de manejo. “Es la tecnología de observación remota más avanzada, a nivel mundial, para conocer el contenido del agua en el suelo, por debajo de los cultivos, con información precisa sobre la región pampeana”, dijo Álvaro Soldano, subgerente de Aplicaciones y Productos de Observación de la Tierra de la CONAE.
A diferencia de la señal óptica, la señal del radar es muy sensible a la presencia y variación de la humedad en el suelo y por eso se puede medir su valor a través de la respuesta de la señal radar, y registrar sus cambios en el tiempo. Según Soldano, la medición real de la humedad con radar ha sido calibrada y validada con un error menor al 10% en cada pixel.
El producto cobra aún más valor durante épocas de sequías, como sucede durante el actual ciclo agrícola. Este mapa aporta una información vital en las zonas áridas y semiáridas de nuestro país, debido a que permite optimizar el consumo del agua y el manejo de los sistemas de riego en función de las necesidades hídricas reales de los cultivos.
Soldano destacó que desde la CONAE también se apunta a calibrar y validar el Mapa de Humedad de Suelos para otros cultivos extra-pampeanos. Al respecto, informó: “Lo estamos desarrollando para caña de azúcar y podríamos extenderlo a otros cultivos intensivos, como las hortalizas y la producción frutivitivinícola”.
“Por otro lado hemos desarrollado un sistema que permite estimar la humedad del perfil del suelo en grandes áreas homogéneas, para cada cultivo, en base a condiciones ambientales como tipo de suelo, régimen de precipitaciones, contenido de agua en el suelo y temperatura”, agregó.
El producto de este sistema, la “Humedad en el perfil del suelo integrada a 50 centímetros de profundidad”, provee una estimación del contenido de agua en el perfil del suelo y permite analizar su evolución en el tiempo. Los mapas son publicados diariamente con información de cinco provincias de la Región Pampeana en el GEOPortal de la CONAE, y distribuidos de manera libre y gratuita a usuarios, como productores, asesores y extensionistas.
Mapas de rinde
La CONAE desarrolló dos productos para estimar los rendimientos de los principales cultivos pampeanos, útiles para pronosticar la performance de la campaña e identificar en qué medida se diferencia de otros ciclos productivos anteriores. Esta herramienta también se encuentra disponible en el GEOPortal.
El producto “Mapa de la variación interanual”, basado en información de humedad de suelo SAOCOM y un modelo predictivo, permite estimar el rendimiento de cada cultivo y anticipar los escenarios más probables, en base a las condiciones de humedad y temperatura previas y durante la campaña agrícola. “El objetivo es generar mapas que representen el incremento o la reducción de la producción esperada para el final de campaña respecto a la del año anterior”, dijo Soldano.
En tanto, el producto “Mapa de anomalías” permite comparar esa estimación respecto de los rindes alcanzados en las últimas tres décadas y obtener una media histórica. El objetivo es generar mapas que representen el incremento o la reducción de la producción esperada para el final de campaña respecto a un año normal, tomado como la mediana de los 30 rindes calculados desde 1990 hasta 2019.
Pronóstico de Fusariosis
La fusariosis de la espiga de trigo (FET) es una de las enfermedades fúngicas más importantes de este cultivo y de otros cereales en la Argentina. Esta patología reduce el rendimiento y produce toxinas que contaminan a los granos usados para el consumo humano y animal.
El producto “Mapa de la incidencia de la fusariosis”, desarrollado por la CONAE con información de los satélites SAOCOM, permite identificar las zonas con mayor riesgo de aparición de esta enfermedad en ambientes de la región pampeana que comparten características agroecológicas, como tipos de suelos, humedad y temperatura.
La información se actualiza periódicamente en el GEOPortal de la CONAE. Según Soldano, este producto cobra especial importancia para relevar las zonas de riesgo durante los períodos críticos del cereal, como la etapa de antesis o espigazón, cuando se desarrolla el hongo de la fusariosis. Esta herramienta sirve para alertar sobre un posible ataque de la enfermedad y minimizar las pérdidas con la aplicación previa de fungicidas.