La delegación argentina invitó a los 15 delgados del Comité para que el 14 de noviembre, puedan navegar desde Corrientes hasta Rosario y observen de primera mano las operaciones en curso que mejoran la navegación en la hidrovía. Adicionalmente, pidió que designen a un grupo de técnicos para hacer el mismo recorrido el 15 y 16 de noviembre.
Por Ariel Armero
Representantes de Paraguay, Brasil, Argentina, Uruguay y Bolivia se dieron cita en Buenos Aires durante la última semana de octubre para llevar a cabo una reunión técnica del Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay-Paraná. Este evento, se centró en la evaluación y mejora de la navegación y la infraestructura vinculada a esta importante arteria de comercio regional.
La delegación anfitriona, encabezada por expertos argentinos, expuso con rigor los avances en la expansión de balizamientos en el tramo de Confluencia a Santa Fe. Además, detallaron las modificaciones en las rutas de navegación y propusieron una estructura de costos, proyectada para recolectar alrededor de 21 millones de dólares destinados al transporte internacional y un millón adicional para el tráfico de cabotaje.
La presentación argentina fue meticulosa en su argumentación ante sus pares regionales. Las delegaciones de Paraguay, Brasil y Uruguay, participaron presentando interrogantes. De acuerdo a las fuentes consultadas, el análisis técnico trascendió en la identificación de los costos, tanto directos como indirectos, asociados a la prestación de estos servicios. Cada delegación tuvo la oportunidad de recibir una copia de este estudio para su revisión y consideración antes del siguiente encuentro del Comité.
Un punto que generó un debate intensificado fue la eficacia de las intervenciones argentinas en el tramo donde el peaje está en discusión. La Cancillería de Paraguay, a través de un comunicado oficial, señaló que «el tiempo transcurrido desde la detección de anomalías hasta la correspondiente señalización es insuficiente para garantizar una navegación segura«. Se destacó la periodicidad de intervenciones, cuyo tiempo de reacción promedio es de 150 días, lo cual fue calificado por técnicos paraguayos como un factor que resta previsibilidad y eficiencia a la navegación.
El gobierno paraguayo, además manifestó en el comunicado que las intervenciones, en su estado actual, no cumplen con la prestación efectiva de servicios a la navegabilidad. En el comunicado difundido puso en tela de juicio la necesidad y eficacia de los servicios de balizamiento ofrecidos por Argentina, sugiriendo que podrían entorpecer la libre circulación por la parte superior de la Hidrovía del Paraná.
Argentina, por su parte, defendió su posición, aportando una batería de documentos adicionales y argumentando que los procedimientos ejecutados por los demás países podrían carecer de la fiabilidad requerida, haciendo hincapié en que las embarcaciones modernas disponen de tecnologías propias que garantizan una navegación segura y autónoma.
La respuesta argentina también incluyó una propuesta concreta: la invitación a 15 delegados de los países involucrados para que realicen un recorrido de inspección el 14 de noviembre, a lo largo del tramo de Corrientes. Este recorrido tiene el objetivo de evidenciar los esfuerzos y trabajos ejecutados, destacando la señalización de boyas efectuada por la Administración General de Puertos (AGP). Posteriormente, el 15 y 16 de noviembre, un grupo de técnicos tendrá la oportunidad de navegar desde Corrientes hasta Rosario, junto a la prefectura naval argentina, para observar de primera mano las operaciones en curso.
Aunque aún no hay fecha para la próxima reunión del Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay-Paraná, se confirmó que continuarán las negociaciones en la búsqueda de un acuerdo regional.