La demanda sin precedentes de silobolsas, con precios rondando los 560 dólares más IVA por unidad, sugiere una tendencia hacia la retención de la producción.
Con el inicio de la temporada de cosecha gruesa, surge la expectativa por la liquidación de granos y el ingreso de divisas que esto trae. Sin embargo, el sector agrícola argentino está evaluando acopiar los granos en espera de condiciones más favorables.
La pregunta central que se plantea es cómo procederán los productores con la liquidación de sus granos en un contexto de incertidumbre económica y alta demanda de silobolsas. El medio “Todo Provincial” publicó que ha investigado este fenómeno, consultando a los principales fabricantes de silobolsas, Ipesa y Thyssen, quienes reportan una demanda tan elevada que actualmente solo pueden aceptar pedidos para mediados de junio o inicios de julio.
Este año, se espera que la cosecha de maíz, girasol y soja supere significativamente los rendimientos de años anteriores, marcados por períodos de sequía. No obstante, la decisión de los productores de liquidar sus granos y el impacto que esto tendría en las reservas de divisas del Banco Central aún está por verse. La devaluación de diciembre, que inicialmente actuó como un incentivo, ya no parece suficiente para asegurar un ritmo constante de liquidaciones, según advierten diversas entidades ruralistas.
Ante este panorama, los productores se enfrentan a la disyuntiva de acopiar sus granos en espera de condiciones más favorables, ya sea por un incremento en los precios internacionales, una reducción en las retenciones, o una potencial nueva devaluación del peso.
Soledad Aramendi, presidenta de la Sociedad Rural de Rosario, expresó que bajo las actuales circunstancias, “El productor que tenga granos se va a sentar arriba va a vender lo justo, mínimo indispensable para pagar las obligaciones por insumos y alquileres. No están dadas las condiciones para vender”
Las silobolsas, introducidas en la década de 1990 gracias a la colaboración entre empresas argentinas y un equipo de investigación del INTA, han revolucionado el almacenamiento de granos en el país. Esta tecnología, adaptable a diferentes escalas de producción agrícola, ofrece la capacidad de almacenar hasta 200 toneladas de soja, maíz o trigo en bolsas de 60 metros de largo y 9 pies de diámetro, garantizando la conservación del producto por hasta 24 meses bajo las condiciones recomendadas de uso y mantenimiento.
A medida que el sector agrícola argentino avanza en esta temporada de cosecha, la elección de estrategias de liquidación y almacenamiento por parte de los productores será determinante no solo para la economía individual de las explotaciones, sino también para la economía nacional en su conjunto.
Con información de Todo Provincial