Los puertos de San Pedro y Comodoro Rivadavia informaron de avances significativos en sus respectivos proyectos de dragado, marcando además el equilibrio en la preservación del medioambiente y la mejora de la eficiencia portuaria.

En el puerto de San Pedro, el buque draga «Alfonso de Albuquerque», propiedad de la empresa belga Jan De Nul, completó con éxito las operaciones. Con su avanzado sistema de filtrado de gases y partículas de diésel, esta embarcación ha logrado una reducción certificada del 99 % de las partículas residuales de la combustión, cumpliendo así con las estrictas normas de la Organización Marítima Internacional (OMI). Su presencia ha allanado el camino para una navegación más segura y ecoamigable en nuestras aguas.

Por otro lado, en el puerto de Comodoro Rivadavia, se preparan para recibir a la subsidiaria local de Jan De Nul, la Compañía Sud Americana de Dragados, que iniciará una obra de dragado en el puerto «Antonio Morán» el próximo 24 de junio. Este proyecto, que contará con una inversión aproximada de 4 millones de dólares, promete significativas mejoras en nuestra infraestructura portuaria, facilitando así el acceso y la operatividad de los buques en nuestra región.

Con el compromiso de utilizar buques de última generación, incluida la draga nacional «Pancho» y la draga ecológica «Ortelius«, Comodoro Rivadavia anunció su compromiso con el desarrollo sostenible y el cumplimiento de los más altos estándares medioambientales. De acuerdo con la empresa dragadora, estas embarcaciones no solo son eficientes en sus tareas de dragado, sino que también cumplen con las normativas más rigurosas establecidas por la Unión Europea y la OMI, asegurando así un impacto mínimo en nuestro ecosistema marino.