La demora en los tránsitos en el Puerto de Montevideo ha generado una creciente preocupación entre los empresarios marítimos internacionales, especialmente entre aquellos provenientes de Paraguay.

Durante los últimos años, una parte significativa del comercio exterior paraguayo ha optado por utilizar a Uruguay como puerta de salida al mar. No obstante, los armadores marítimos han manifestado su descontento, asegurando que Montevideo ha perdido competitividad debido a las demoras en las barcazas que llegan en tránsito.

El arribo de mercadería en tránsito es un pilar fundamental para la actividad del Puerto de Montevideo, permitiéndole lograr tres años consecutivos de máximos movimientos de contenedores de exportación e importación, así como de tránsitos de mercadería regional.

Según la Administración Nacional de Puertos (ANP), la captación de carga de terceros países es clave para que Montevideo se convierta en un hub regional. Sin embargo, la competitividad del puerto está en riesgo debido a las mencionadas demoras.

Los inconvenientes con las cargas provenientes de Paraguay no son nuevos; ya se habían planteado problemas específicos anteriormente.

El problema más reciente ocurrió a principios de diciembre del año pasado, cuando un conflicto entre los operadores de la terminal portuaria y el sindicato causó la demora de 9.000 contenedores paraguayos, afectando la operativa normal del puerto.

Esto ha llevado a que 58 gremiales paraguayas vinculadas al comercio exterior alertaran sobre la situación, poniendo en jaque la confiabilidad del puerto.

Riesgos para el Futuro del Puerto

Las demoras habituales, que en algunos casos se han extendido hasta por 15 días, continúan siendo un problema grave. Cada día adicional que una embarcación permanece amarrada en el puerto, se incrementan los costos para los empresarios debido a las tarifas de servicios portuarios.

Esta situación está erosionando la previsibilidad y seguridad operativa que anteriormente caracterizaban al Puerto de Montevideo y que constituían sus ventajas competitivas frente a otros puertos de la región.

El año pasado, la ANP avanzó en acuerdos con las autoridades paraguayas, tanto del sector público como privado, para mantener al Puerto de Montevideo como destino de tránsito.

Para mejorar las condiciones, la ANP ofreció exoneraciones a la tarifa de fondeo, lo que permitió a las embarcaciones amarrar mientras esperaban un muelle para descargar.

Esta medida fue efectiva y en 2023, la ANP registró la mayor cantidad de contenedores en tránsito de los últimos cinco años, alcanzando un total de 1.120.000 TEUs (unidad equivalente a un contenedor de 20 pies). De esa cantidad, los trasbordos representaron el 62% de la actividad portuaria del año.

A pesar de la tendencia de crecimiento en todas las unidades de negocio del Puerto de Montevideo, las demoras en los tránsitos suponen una amenaza significativa para su futuro desarrollo.

La migración de carga paraguaya hacia Buenos Aires podría intensificarse si no se toman medidas inmediatas para resolver estos problemas operativos. El Puerto de Montevideo debe recuperar su competitividad para asegurar su posición como hub regional y seguir siendo un motor clave para la economía uruguaya.

AF/ EO/LR/PL/ABC