El gobierno nacional dictó este lunes la conciliación obligatoria en el conflicto que mantiene paralizada la industria aceitera del país.

Con esta resolución, se garantiza la reanudación de la exportación de granos por al menos los próximos 15 días, al tiempo que se reactiva la mesa de negociación entre el gremio y la cámara empresaria.

La medida de fuerza había sido convocada por dos sindicatos de obreros de las plantas procesadoras de soja, afectando la operatoria portuaria en uno de los polos agroexportadores más importantes del mundo, ubicado en Rosario. Al menos 36 buques permanecían demorados en las cercanías de este puerto, debido a la huelga.

El gobierno argentino ya había intervenido en junio, cuando obligó al sindicato de obreros de la industria aceitera (SOEA) a suspender una huelga similar mediante la misma herramienta de conciliación obligatoria, la cual permite a las partes en conflicto retornar a la mesa de negociación.

En caso de que, tras los próximos quince días, no se logre un acuerdo, el Gobierno podría extender la conciliación por cinco días más. Sin embargo, después de este plazo, ya no habrá margen para prolongar la medida. A pesar de esto, los empresarios confían en que se alcanzarán posiciones comunes, considerando la importancia de las divisas provenientes de la exportación de granos para la economía del país, en un momento crítico para las reservas del banco central.

El comunicado emitido por la Secretaría de Empleo, Trabajo y Seguridad Social, dependiente del Ministerio de Capital Humano, señala que “con la conciliación obligatoria se pone fin a la medida de fuerza que tenía paralizado el trabajo portuario, por lo que los trabajadores deberán garantizar el normal funcionamiento del sector por las próximas dos semanas mientras se avanza en la discusión salarial”.

Además, desde la secretaría se exhorta a las partes en conflicto a mantener la mejor predisposición y apertura para negociar los temas en discusión, contribuyendo así a la paz social y a mejorar el marco de las relaciones laborales en el seno de la actividad involucrada.

Por su parte, la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales habían anticipado en redes sociales la solicitud de conciliación, frente a la imposibilidad de recuperar el diálogo con los líderes sindicales y la negativa de permitir a los trabajadores ingresar en las plantas para reanudar las actividades.

Este pedido de intervención de la Secretaría de Trabajo desestima el planteo inicial del sector empresario de que el paro era de carácter político, enmarcando la situación en una discusión laboral que deberá resolverse en la mesa paritaria.

Los empresarios recordaron que las demandas salariales, que buscan un ingreso superior a la inflación, ya han sido atendidas, ofreciendo un aumento del 12% en julio, retroactivo, y un 5% para septiembre, lo que totaliza un 107% anual. También subrayaron que el salario mínimo conformado es superior a los $2 millones, con un salario promedio que supera los $3 millones. “Es momento de lograr acuerdos salariales y dejar de lado aspiraciones o cuestionamientos de políticas públicas que exceden el marco de la paritaria“, concluye el documento del sector empresarial.

El paro, que este martes iba a cumplir una semana, ha impactado en alrededor de quince terminales portuarias en San Lorenzo, Timbúes, Puerto San Martín, Ramallo y Bahía Blanca, operadas tanto por empresas argentinas como por multinacionales.