El gobierno de Javier Milei presentó el Presupuesto 2025, en el cual se contempla un préstamo a pagar en tres años por el monto de USD 2.310.000.000, destinado a la «recuperación de la capacidad submarina» de la Armada Argentina.

Fuentes oficiales expresaron que este monto podría ser suficiente para la adquisición de entre dos y tres submarinos de ataque diésel/eléctricos, entre los cuales se consideran como opciones los submarinos de la clase Scorpene y la clase 209.

El Ministerio de Defensa, encabezado por Luis Petri, ha mostrado preferencia por los submarinos de la clase Scorpene, aunque su compra depende de las condiciones del sistema de pago que se negocie. El Scorpene es un submarino desarrollado en colaboración por las empresas Naval Group y Navantia, destacando por su tecnología avanzada, baja firma acústica y capacidad para llevar a cabo misiones prolongadas en el mar.

El jefe del Estado Mayor de la Armada Argentina (ARA), Carlos María Allievi, expresó recientemente a la Liga Naval Argentina que «la prioridad es recuperar la capacidad submarina en el mediano plazo», destacando que para la fuerza naval esta capacidad es «estratégica y vital». Desde la tragedia del ARA San Juan en 2017, la Armada Argentina no cuenta con submarinos operativos.

Submarino Scorpene: Pros y contras

El Scorpene es conocido por su discreción en el agua, siendo casi invisible para los radares debido a su baja firma acústica, una característica clave para un país como Argentina, que necesita proteger un extenso territorio marítimo.

Este submarino es altamente versátil, capaz de realizar misiones de patrullaje, ataque y recolección de inteligencia. Además, al ser un diseño de nueva generación, puede adaptarse a futuras mejoras tecnológicas, como sistemas de propulsión independiente del aire (AIP).

Sin embargo, el Scorpene también presenta algunas desventajas. Su costo elevado y los gastos asociados a su mantenimiento especializado lo convierten en una opción costosa para Argentina, especialmente considerando las limitaciones presupuestarias en defensa.

Submarino Clase 209: Alternativa más económica

Por otro lado, los submarinos de la clase 209, de origen alemán, ofrecen una opción más económica. Si bien no son tan sofisticados como los Scorpene, los submarinos Clase 209 han sido una herramienta confiable para varias armadas del mundo desde la década de 1970. Argentina tiene experiencia en su operación, y su costo de adquisición y mantenimiento es más accesible.

Entre las desventajas del Clase 209, se encuentra su tecnología más anticuada y su menor capacidad de actualización en comparación con los Scorpene, lo que podría limitar su efectividad en operaciones que requieran alta discreción o tecnología avanzada.