La Asociación Internacional de Armadores de Buques de Carga Seca (INTERCARGO) apoya el objetivo de la OMI de alcanzar un transporte marítimo con emisiones netas cero para 2050, pero sostiene que la descarbonización debe abordarse de manera integral, involucrando a todos los componentes de la cadena de suministro marítimo.  

En su reciente reunión semestral, realizada los días 25 y 26 de mayo en Dubái, la asociación resaltó la importancia de contar con un marco regulatorio global y coordinado para evitar distorsiones que puedan afectar al comercio internacional.

Entre los temas destacados durante la reunión en Dubái, se discutió la reducción de los gases de efecto invernadero (GEI), el ciclo de vida de los combustibles y las nuevas normativas tanto a nivel internacional como regional.

En línea con su compromiso con la sostenibilidad, INTERCARGO presentará un documento ante el Comité de Protección del Medio Marino (MEPC 81) de la OMI, previsto para 2024. Este informe evaluará el impacto de diversos factores en la clasificación del Indicador de Intensidad de Carbono (CII) de los buques, como los tiempos de espera en puerto, los trayectos cortos y la proporción de viajes con y sin carga (lastre). La Asociación lanzó una advertencia sobre las posibles ineficiencias de aplicar regulaciones aisladas al sector marítimo en relación con los esfuerzos de descarbonización.

Dimitris Fafalios, presidente de INTERCARGO, señaló que, aunque la Organización Marítima Internacional (OMI) es el organismo adecuado para liderar este proceso, debe tener cuidado de no imponer regulaciones que traten al transporte marítimo de manera aislada.

El transporte marítimo no puede ser el único sector sujeto a estas normativas, ya que esto podría generar serios desequilibrios en el comercio mundial”, afirmó Fafalios. Además, hizo hincapié en que la responsabilidad de reducir las emisiones no recae solo en los armadores de buques, sino en todos los actores de la cadena logística del transporte de carga seca.

La Asociación recalca que la transición hacia la descarbonización del sector no debe recaer únicamente en los armadores, sino que requiere la cooperación de todos los actores de la cadena de suministro para asegurar un equilibrio que no comprometa la competitividad del sector a nivel global.