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El reciente anuncio del gobierno nacional sobre la licitación de la vía navegable troncal ha generado un amplio debate entre expertos, usuarios privados y sectores públicos involucrados. En una entrevista con el periodista especializado Mariano Galíndez de Rosario3, Juan Carlos Venesia, director del Instituto de Desarrollo Regional, IDR y director del Programa Santafesino de Desarrollo de la Hidrovía durante el gobierno de Miguel Lifschitz, analizó los desafíos y oportunidades de este proceso clave para la competitividad del complejo agroexportador y la logística nacional.

Para Venesia, el llamado a licitación es un avance necesario para superar años de incertidumbre: “Es una necesidad perentoria que tenía la Argentina para dejar atrás la falta de previsibilidad sobre cómo sostener y llevar adelante las obras que exige nuestra vía navegable troncal.”

Sin embargo, lamentó que no se haya trabajado con una planificación previa más detallada: “El gobierno anterior no tenía nada planificado; actuó improvisando y de manera desprolija sobre la marcha. Aunque el llamado a licitación es una buena noticia, no se desarrolló un modelo claro de trabajo ni se aprovechó el tiempo para generar información crítica y sustancial.”

 “La hidrovía no es solo una obra de ingeniería; es un recurso estratégico que interviene sobre nuestros ríos. Su desarrollo requiere una visión integral, con información crítica, una planificación clara y la participación activa de todos los actores involucrados” resaltó Venesia.

En este sentido, subrayó la importancia de contar con datos estratégicos: “La Argentina perdió en la última década una gran oportunidad para producir información clave sobre el desarrollo de la vía navegable y del sistema de transporte fluvial, que son esenciales para nuestra logística y comercio exterior.”

Puntos fuertes y débiles

Entre las fortalezas, el director del IDR destacó la reafirmación del modelo de concesión pública como un mecanismo que funcionó en el pasado. “La vía navegable troncal se desarrolló bajo la ley de concesiones de obra pública, un modelo que resultó virtuoso. Reafirmarlo es una decisión acertada” expresó.

Además, valoró el enfoque integral del mantenimiento del sistema: “Se reconoce que el dragado, el balizamiento y el mantenimiento forman parte de una misma integralidad. También es positivo que se mantenga la actual traza desde Confluencia hasta las alturas oceánicas del Río de la Plata, consolidando la idea de un sistema único.”

No obstante, señaló varios puntos débiles:

  • Falta de planificación concreta: “Primero buscamos un concesionario y después vemos qué vamos a desarrollar. Esto refleja una carencia estructural en el poder público, que debería liderar con claridad hacia dónde queremos ir.”
  • Cuestión ambiental“El pliego deja en manos del concesionario la realización de estudios ambientales clave” “La sustentabilidad ambiental es clave para dar previsibilidad a las inversiones en la hidrovía, desde las dragadoras hasta los desarrollos portuarios. Sin un marco claro, se generan incertidumbres sobre cómo se manejarán aspectos como la movilización de sedimentos o los reservorios de refulado.”
  • Ausencia de un órgano de control independiente: Venesia lamentó que el gobierno central concentre esta función, calificándolo como “un paso en falso”.  “Es imprescindible que exista un órgano de control con participación público-privada, incluyendo a las provincias y los usuarios. Que estas funciones recaigan en oficinas de Buenos Aires, bajo la órbita de la Subsecretaría de Puertos, es un paso en falso.”

Provincias y logística regional: una asignatura pendiente

Un tema central para el director del IDR es el impacto de la licitación en las provincias del litoral y el noreste argentino. “Las provincias han tenido un desarrollo mediocre en términos portuarios durante los últimos 25 años. Es hora de que impulsen una agenda de complementariedad portuaria que aproveche las oportunidades de la hidrovía.”

Además, destacó la importancia de un cabotaje eficiente: “Debemos apostar por un cabotaje adecuado, utilizando las capacidades actuales de la hidrovía Paraguay-Paraná y complementando los servicios logísticos para generar escala.”

Finalmente, Venesia subrayó la importancia de un enfoque ambiental integral y el desarrollo de una matriz logística menos dependiente del transporte automotor, adaptada a los desafíos del cambio climático y las nuevas demandas del comercio exterior. “El pliego debería contemplar cómo evolucionarán las embarcaciones, el cambio climático y la transición de exportar materias primas a bienes elaborados o proteínas animales. Ignorar estos factores puede comprometer la competitividad futura” afirmó.

El proceso licitatorio de la Hidrovía Paraná-Paraguay es una oportunidad histórica para redefinir la logística y el comercio exterior argentino. Sin embargo, como señala el director del IDR es imprescindible abordar las falencias estructurales, desde la planificación y el control hasta los aspectos ambientales y regionales.

La discusión sobre los pliegos recién comienza, y será clave que el gobierno nacional escuche las propuestas de ajustes y garantice un marco que priorice la sostenibilidad económica, ambiental y social del sistema fluvial más importante del país.