Por Ariel Armero, Globalports//
En medio de los cambios institucionales que atraviesa la gestión portuaria y fluvial en Argentina, las batimetrías se han convertido en un tema crítico para garantizar la seguridad y eficiencia de la navegación en la Vía Navegable Troncal (VNT).
La reciente disolución de la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante (SSPVNMM) y la Administración General de Puertos (AGP) para dar paso a la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPYN) ha dejado un vacío en la realización de estas mediciones. Históricamente, la SSPVNMM era la encargada de emitir planillas y partes de navegación basados en los estudios batimétricos, fundamentales para que las operaciones fluviales y portuarias se desarrollen con normalidad.
Estos estudios, esenciales para levantar mapas precisos del fondo de los ríos, son la base para planificar rutas, mantener calados adecuados y prevenir accidentes en una de las principales arterias comerciales del país.
En este contexto de transición, los técnicos del organismo disuelto han asumido la tarea de continuar realizando batimetrías de manera autónoma para evitar interrupciones en la navegación. “Por iniciativa absolutamente nuestra, estamos sacando las planillas y los partes”, declaró un técnico, reflejando tanto su compromiso como la gravedad del vacío institucional.
La continuidad de las batimetrías no solo requiere del compromiso del personal técnico, sino también de una planificación estratégica que garantice la sostenibilidad de estas operaciones.
Es necesario que la ANPYN defina con claridad las responsabilidades y asigne recursos suficientes para mantener y modernizar esta tarea esencial.
Asimismo, las batimetrías deben integrarse en los nuevos estándares tecnológicos que se exigen para la concesión de la Hidrovía, como los sistemas de monitoreo satelital, para ofrecer información aún más precisa y en tiempo real. Solo de esta manera se podrá garantizar que la Hidrovía continúe siendo una arteria segura y eficiente para el comercio exterior argentino.
Las batimetrías permiten identificar con precisión las profundidades y características del lecho fluvial, detectando variaciones o sedimentos que puedan obstruir el paso de embarcaciones. En un sistema como el de la Hidrovía, que transporta gran parte de las exportaciones argentinas, esta información es vital para que los buques puedan operar con seguridad y para determinar las zonas que requieren dragado.
Sin ellas, las embarcaciones enfrentan riesgos como encallamientos o demoras, generando sobrecostos logísticos y afectando la competitividad del comercio exterior argentino. Además, las batimetrías son fundamentales para planificar el dragado, asegurando que los recursos invertidos se destinen a las áreas críticas donde se requiere mayor intervención.
En un momento en que el país redefine la gestión de sus vías navegables, las batimetrías se presentan como una herramienta clave para enfrentar los desafíos actuales y proyectar un futuro sostenible. Su correcto desarrollo no solo permitirá mantener la seguridad de las operaciones, sino también fortalecer la competitividad de Argentina en los mercados internacionales. La atención que se les dedique hoy será un indicador del éxito de las transformaciones en curso.