Los precios del crudo registraron un importante repunte durante la sesión asiática esta semana, alcanzando sus niveles más altos desde el 4 de marzo, tras los recientes ataques militares estadounidenses contra los rebeldes hutíes en Yemen. Este incremento se vio impulsado por las tensiones geopolíticas en el mar Rojo.
Los futuros del West Texas Intermediate (WTI) en NYMEX subieron un 1,5%, alcanzando los 68,19 dólares por barril (62,55 euros), mientras que los futuros del Brent en ICE aumentaron un 1,42%, hasta 71,58 dólares por barril (65,66 euros). El precio del gas natural también experimentó un alza, con un incremento del 1% hasta 4,14 dólares (3,80 euros) por millón de unidades térmicas británicas (MMBtu).
Las tensiones en el mar Rojo han sido uno de los principales motores del reciente aumento en los precios del crudo. Los ataques militares estadounidenses contra los rebeldes hutíes en Yemen, ordenados por el presidente Donald Trump, han generado una fuerte incertidumbre en una de las rutas marítimas más críticas para el transporte de energía.
Esto ha obligado a los cargamentos de petróleo y gas a desviarse por rutas más largas, incrementando los costes logísticos y generando retrasos en las cadenas de suministro globales. Para el sector logístico y portuario, esto representa un desafío operativo adicional, ya que los puertos y navieras deben adaptarse a rutas alternativas y gestionar mayores costes de flete.
La respuesta de los rebeldes hutíes no se hizo esperar. Horas después de los bombardeos estadounidenses, los hutíes reivindicaron un ataque contra el portaaviones USS Harry Truman en el mar Rojo, lo que ha intensificado las tensiones en la región.
Este tipo de incidentes no solo afecta la seguridad marítima, sino que también genera preocupaciones sobre posibles interrupciones prolongadas en el tráfico de buques tanque, lo que podría tener un gran impacto en los flujos comerciales y en los tiempos de entrega.
Por otro lado, el gobierno chino anunció un plan especial para impulsar el consumo interno, lo que ha sido recibido positivamente por los mercados. Este impulso se refleja en un aumento del 4% en las ventas al por menor durante los dos primeros meses del año, lo que sugiere una mayor demanda de energía en el corto plazo.
Para el sector logístico, esto podría traducirse en un incremento en el volumen de cargamentos hacia y desde China, especialmente de productos energéticos, lo que requerirá una planificación cuidadosa para gestionar la capacidad portuaria y la disponibilidad de buques.
Contexto global y perspectivas
Los precios del crudo habían caído recientemente a niveles mínimos desde noviembre de 2021 debido a las preocupaciones económicas globales y a la escalada de la guerra comercial. Sin embargo, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses contra Irán y el debilitamiento del dólar han contribuido al repunte de los precios. No obstante, los analistas advierten que el alza podría ser limitada debido a la incertidumbre económica y a la posibilidad de que la oferta mundial de petróleo supere a la demanda en 2025.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima un excedente de 600.000 barriles diarios para ese año, impulsado por la producción récord de Estados Unidos y el debilitamiento de la demanda global.
La ONU ha expresado su preocupación por los ataques estadounidenses en Yemen y ha pedido a las partes que ejerzan contención para evitar una escalada del conflicto, que podría agravar aún más la ya crítica situación humanitaria en el país.
Los precios del crudo continúan siendo altamente sensibles a los desarrollos geopolíticos y económicos. Mientras las tensiones en el mar Rojo persistan y China siga impulsando su demanda interna, es probable que los precios se mantengan volátiles en el corto plazo. Sin embargo, las preocupaciones sobre el exceso de oferta y la incertidumbre económica global podrían limitar los aumentos en los próximos meses.
Con información de EuroNews/AFP/DW/EFE