En el aniversario del conflicto del Atlántico Sur, es importante destacar el papel crucial y muchas veces ignorado de la Marina Mercante Argentina, cuyos tripulantes civiles arriesgaron sus vidas en misiones de abastecimiento y apoyo durante la guerra.​

Ariel Armero, GlobalPorts//

El 2 de abril de 1982 marcó el inicio de la Guerra de Malvinas, un conflicto que dejó una huella imborrable en la historia argentina. A 43 años de aquel acontecimiento, es esencial reconocer y homenajear a los miembros de la Marina Mercante Argentina, civiles que, con valentía y compromiso, desempeñaron roles fundamentales en el teatro de operaciones.​

Más de 50 buques mercantes fueron requisados para tareas de transporte de tropas, armamento, víveres y combustible hacia las islas. Estos barcos, tripulados por marinos civiles sin entrenamiento militar previo, navegaron en zonas de alto riesgo, enfrentando bloqueos y ataques enemigos.

Tripulantes pertenecientes a la Empresa Líneas Marítimas Argentinas (ELMA), YPF, Flota Argentina de Navegación de Ultramar, Maruba y otras empresas navieras, fueron parte del esfuerzo nacional. Muchos de ellos formaban parte del registro oficial de la marina mercante y participaron activamente en el transporte de tropas, pertrechos, víveres, combustible, vehículos y asistencia médica.

“Éramos civiles, sí, pero nuestra tarea era tan vital como la de cualquier unidad. Navegábamos sin saber si volveríamos, pero con la convicción de estar al servicio del país”, recuerda Carlos Encina, ex tripulante del buque Formosa, hoy reconocido como veterano de guerra.

Entre los buques más destacados figuran el Isla de los EstadosBahía Buen SucesoRío CarcarañáCamperoBahía Paraíso, y el ARA Irízar, entre muchos otros. Algunos fueron reconvertidos como buques hospital, otros como transportes logísticos y muchos operaron en condiciones extremas, con gran profesionalismo y compromiso.

“Elegí quedarme en el buque cuando empezó el conflicto. No me bajaba. Era mi barco, mi lugar”, relata Mariana Soneira, quien a sus 19 años operaba como radio telegrafista en el ARA Bahía San Blas. Fue una de las pocas mujeres de la Marina Mercante en zona de operaciones.

“Con el Canal Beagle cruzamos dos veces el Atlántico con suministros. La disciplina, la vocación de nuestros oficiales y marineros fue admirable”, cuenta Marta Beatriz Giménez, comisario naval embarcada en la campaña.

Miguel Aguirre, jefe de máquinas del buque ARA Isla de los Estados, se ofreció como voluntario para participar en la guerra. Su hijo, Sergio Aguirre, relata: «Mi padre sentía que era su deber estar allí, apoyando a su país en un momento tan crucial».  Lamentablemente, el ARA Isla de los Estados fue hundido el 10 de mayo de 1982, cobrando la vida de 23 de sus 25 tripulantes. ​

Estos relatos son solo una muestra del espíritu indomable y la entrega desinteresada de los marinos mercantes argentinos. Su formación como marinos mercantes fue clave para operar en condiciones exigentes.

“Nuestro trabajo fue logístico, sí, pero sin logística no hay guerra. Nos tocó hacerlo y lo hicimos con orgullo”, resume Luis Del Bianco, hoy retirado, condecorado por su actuación en la guerra.

A 43 años de Malvinas, desde Globalports rendimos homenaje a todos los integrantes de la Marina Mercante que participaron en la guerra de Malvinas. Su labor, muchas veces fuera de foco, fue indispensable para sostener la capacidad operativa de las fuerzas argentinas durante la contienda.

Te compartimos la entrevista que hicimos en el 2022 a Juan Carlos del Palacio, que en ese momento era el Secretario General del Centro de Comisarios Navales, y fue uno de los marinos mercantes argentinos que participó de la guerra de Malvinas, en buques de la estatal ELMA. La nota fue publicada en la revista A Buen Puerto de GlobalPorts.

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Marzo 2025
Ver publicación online aquí TecPlata: "El futuro ya empezó"