Por Irene Ascoli, desde Mar del Plata
En un frente unido, cámaras empresariales, sindicatos, funcionarios municipales, legisladores y concejales, tanto del oficialismo como de la oposición, expresaron un contundente rechazo a las propuestas de reforma en la pesca presentadas en la Ley Ómnibus por el gobierno de Javier Milei.
Durante una reunión de alto calibre en la comisión de Industria del Concejo Deliberante, se manifestó una profunda preocupación por la posible pérdida de más de 40 mil empleos directos e indirectos, calificando la iniciativa como un “verdadero industricidio” para Mar del Plata.
Miguel Guglielmotti, presidente de la comisión, enfatizó que las reformas, de llevarse a cabo, pondrían en manos de empresas extranjeras los permisos de pesca, abriendo la puerta a una potencial depredación del recurso. Además, resaltó la singularidad de la licitación de cuotas de pesca históricas, como las del puerto de Mar del Plata, considerando este enfoque inusual en comparación con estándares internacionales.
Sandra Cipolla, presidenta de la Asociación Bonaerense de Industria Naval, lamentó las desregulaciones propuestas en el DNU, señalando su impacto negativo en el comercio exterior y la eliminación de preferencias por bienes de origen nacional en obras públicas. Expresó su inquietud ante el otorgamiento potencial de permisos de pesca a empresas extranjeras, temiendo la pérdida de empleo y la amenaza a la soberanía nacional.
Florencia Garrido, presidenta de la Cámara de la Industria Naval de Mar del Plata, resaltó que los cambios demuestran un desconocimiento palpable del sector, lo que podría poner en peligro decenas de miles de empleos y la sustentabilidad del recurso. Además, destacó que la mera divulgación de estas intenciones ya ha llevado a la suspensión de contratos para nuevas construcciones, impactando negativamente en la industria.
El representante de la Cámara de la Industria Pesquera Argentina, Fernando Rivera, cuestionó la falta de consulta previa y la estabilidad del sistema actual que opera desde 1998. Destacó la importancia crítica de la pesca para la economía de Mar del Plata, subrayando las exportaciones anuales de 700 millones de dólares y la pregunta crucial sobre el futuro de la ciudad si pierde su industria pesquera.
Antonio Solimeno, reconocido empresario pesquero, se sumó al rechazo unánime, advirtiendo que las reformas propuestas llevarían al “quebranto” del sector y generaría consecuencias graves para las miles de fuentes de empleo en el puerto local. Sus palabras reflejaron la incertidumbre y el temor ante un eventual escenario post-reformas.
Mar del Plata y la Patagonia, un solo reclamo
Por su parte, el concejal Juan Manuel Cheppi, del bloque Frente Renovador, destacó el reclamo en conjunto que llevan las industrias pesqueras de Mar del Plata y la Patagonia. “Lo que antes quizás era una disputa, hoy podemos unirnos con el sector pesquero nacional e instar desde el Concejo Deliberante que Mar del Plata tenga más peso para este sector“, dijo.
Cheppi consideró que un mayor rol en el Consejo Federal Pesquero es “importante para defender lo que pasa en Mar del Plata“. “Es una oportunidad que se nos da ante esta grave ignorancia que se vio reflejada en este proyecto, pero hoy nos permite juntar a todos”, subrayó.
Concluyendo, los representantes presentes en la reunión instaron a la participación activa del Concejo Deliberante y llamaron a la unión de la población para evitar la implementación de estas reformas, consideradas como perjudiciales tanto para Mar del Plata como para la industria pesquera nacional. La ciudad se encuentra ahora ante una encrucijada económica que requiere una respuesta colectiva para preservar su vitalidad industrial.