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Este lunes, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, anunció desde Aguas Blancas, en la provincia de Salta, una medida histórica para el control fronterizo: por primera vez, la Prefectura Naval Argentina (PNA) patrullará las aguas del Río Bermejo, un área que hasta ahora había estado bajo la supervisión exclusiva de la Policía de Bolivia.

«Es un orgullo haber logrado este control fronterizo con la PNA. Por primera vez, vamos a tener autoridad para el río, y no solo nuestros vecinos de Bolivia decidirán sobre su cauce», expresó la ministra ante una audiencia integrada por el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y representantes de distintas fuerzas de seguridad.

El anuncio se enmarca en el Plan Güemes, una estrategia integral diseñada para combatir el narcotráfico, el contrabando y la trata de personas en la frontera norte de Salta.

El operativo contará inicialmente con 310 efectivos de diferentes fuerzas federales, que intensificarán la vigilancia en puntos críticos como el Río Bermejo y la Ruta Nacional 34, conocida como la «Ruta de la Droga«.

Refuerzos en una Zona Crítica

Aguas Blancas, ciudad clave en el departamento de Orán, ha sido históricamente un paso fronterizo vulnerable a actividades ilegales. Con el nuevo despliegue, la Gendarmería Nacional y la Policía Federal se reforzarán «a su máximo nivel», según detalló Bullrich, sumándose a la Prefectura para consolidar la presencia del Estado en la región.

El Plan Güemes no solo implica el despliegue de fuerzas en el terreno, sino también una articulación con el Poder Judicial y organismos especializados como la Procuraduría de Narcocriminalidad y la de Criminalidad Económica y Lavado de Activos. Según fuentes oficiales, el objetivo es establecer un «abordaje criminal conjunto» que coordine esfuerzos entre las distintas instancias del Estado.

Combate al Crimen Organizado

«Le decimos basta al narcotráfico, al sicariato y a los caminos fronterizos sin control. Las bandas criminales ya no tendrán lugar en esta región», sentenció Bullrich, reafirmando el compromiso gubernamental con la seguridad pública.

El control del Río Bermejo marca un cambio estratégico sin precedentes en la política de seguridad fronteriza de Argentina. La presencia de Prefectura y el refuerzo de Gendarmería buscan devolver la tranquilidad a los habitantes del norte salteño y frenar la criminalidad que azota la región. Con esta medida, el gobierno argentino apuesta a convertir un territorio históricamente frágil en un bastión de vigilancia y lucha contra el delito.