Personal de la fuerza naval nacional arribó a San Pedro para colaborar en las tareas. Con bombas, procurarán sacar el agua que ingresó al buque. Los buzos evaluarán si hay averías con filtraciones. A primera hora de este martes comenzaban los trabajos.
Buzos tácticos y otro personal de la Armada Argentina arribó este lunes por la tarde a San Pedro para colaborar en las tareas necesarias para evitar el riesgo de hundimiento del buque museo General Irigoyen, que escoró hacia estribor por la bajante del río Paraná.
Los referentes de la fuerza naval nacional llegaron a la ciudad luego de que el intendente se comunicara con el ministro de Defensa de la Nación, Jorga Taiana, para solicitarle colaboración para abordar la situación que afecta a la nave que prestó servicios para la Armada hasta que se convirtió en museo.
El secretario de Gobierno, Martín Baraybar, informó a La Opinión que en una reunión con el personal que llegó enviado por el Ministerio de Defensa dispusieron las tareas que se desarrollarán desde las primeras horas con luz del día martes.
Dispondrán bombas de mayor tamaño que las utilizadas por Defensa Civil el lunes con el objetivo de retirar el agua que ingresó al buque, al tiempo que los buzos evaluarán si hay averías que impliquen la filtración, más allá de lo que ingresó por cubierta.
Las primeras aproximaciones del personal de la Armada fueron optimistas respecto de la posibilidad de que no haya roturas por las que se filtre agua del río, lo que será confirmado una vez que los buzos desciendan.
Reforzaron los cabos, que son los que había dispuesto la propia Armada cuando el buque escoró en 2020, y hasta ahora, desde que comenzó la bajante que derivó en esta situación, sólo se cortó uno.
Confían en que una vez que saquen todo el agua del interior la nave podría adrizar algunos grados, de manera tal que evite que siga entrando agua por cubierta, a la espera de que el río suba para que recupere su posición habitual.
Fuente: La opinión Semanario