Julio Delfino y Alfonso Mingo Jozami, presidente y gerente general de la institución, ofrecen una visión sobre el año que concluye y sus perspectivas para 2022.
Por Agustín Barletti
Con más de 120 años de historia, el Centro de Navegación representa los intereses del transporte marítimo en aguas y puertos argentinos. Su presidente, Julio Delfino (JD) y su gerente general, Alfonso Mingo Jozami (AMJ) expresaron su opinión con relación a los hechos más destacados de 2021 y las perspectivas para el 2022 que se inicia.
JD: Pasó un 2021 frenético, distinto y complejo, con una pandemia siempre vigente a la hora de hacer todo más difícil. El cepo a la carne y paros en general (especialmente al inicio del 2021), ahuyentaron la posibilidad de más oferta de bodega, la cual Brasil supo capitalizar en sus puertos. Se logró sostener enérgicamente un piso de operaciones y cantidad de barcos, entrando y saliendo del país, gracias al esfuerzo continuo de toda la cadena del comercio exterior. El 2022 pinta algo mejor pero parecido en términos de incertidumbre, por lo que bien vale esta reflexión para que nuestras autoridades y todos los actores de la cadena logística -que es una sola y afecta a todos- entendamos que debemos seguir trabajando en conjunto, de mano del diálogo y cooperación público-privado, sin sesgos ni ideologías, alentando el desarrollo de la Argentina y la creación de puestos de trabajo.
JD: Para que la Argentina crezca en volumen de exportaciones e importaciones, necesitamos aniquilar la incertidumbre que emana de las prórrogas continuas de contratos logísticos clave, como ser la licitación del dragado y balizamiento del canal troncal y del Puerto Buenos Aires, en ese orden. Si no fomentamos nuestra actividad difícilmente los resultados positivos nos encuentren. Las mejoras técnicas y tarifarias para la navegación, duermen el sueño de los olvidados. Las Autoridades ya cuentan con el trabajo privado de análisis técnico desarrollado por el Centro de Navegación y la Cámara de Practicaje para evitar congestiones y permitir una mejor perfomance de los buques en el canal troncal, sumándose un trabajo de análisis tarifario consensuado por todos los tipos de buque, proponiendo una fórmula de peaje equitativa para lograr baja de costos, donde todos ganan. Tenemos una oportunidad de oro con un 2022 sin elecciones para que, la gestión pública, sin distracciones, avance en acciones concretas, profesionales y transparentes.
AMJ: Hasta ahí, la infraestructura. Pero, además, resulta necesario ahondar en una visión holística de desarrollo de nuestro comercio exterior, para lo cual debemos también considerar la implementación de procesos de facilitación del flujo del transporte, de nuestras exportaciones e importaciones. Además de eliminar las retenciones a las exportaciones de bienes y servicios, debemos simplificar los procesos de importación, sin olvidar que el 85% de las mismas, constituyen insumos y capital de trabajo para la producción nacional y exportaciones.
AMJ: Por otro lado, como un paso más hacia la modernización y agilización de las operaciones de comercio exterior, es necesaria la implementación del “paperless documental”, lo cual, además de garantizar transparencia, generaría ahorro de tiempos de gestión y en definitiva baja de costos. En este sentido, la Aduana ya implementó la reingeniería de declaraciones aduaneras sumarias y el sistema de transmisión de información anticipada electrónico para medios de transporte que arriben por la vía acuática vía web service, recientemente modificado por la RG AFIP 5110 y para lo cual desde el Centro de Navegación hemos desarrollado el MERCURIA, herramienta informática a disposición de nuestros socios y de todas las agencias marítimas, para que puedan cumplir con los requerimientos dispuestos por la Autoridad. Pero debemos avanzar más. Debemos obtener la eliminación de la carpeta rosa e implementar el B/L electrónico, para lo cual hemos elevado una propuesta a la Aduana, brindando datos de su implementación a nivel global. En el mismo sentido, deben implementarse controles de selectividad inteligentes, sobre todo para transbordos, y mejorar la sistematización del MIC/DTA fluvial electrónico, de forma tal que vaya de la mano de la información declarada vía B/L y manifiestos para evitar entorpecimientos operativos o documentales, habilitando un sistema confiable y viable.
AMJ: Por último, pero no por ello menos importante, debemos evitar que sigan repitiéndose escenarios de conflictividad laboral que afecten las operaciones de nuestros puertos y barcos. Nadie pretende cercenar ningún derecho laboral constitucionalmente amparado, pero debemos evitar incurrir en paros sorpresivos e intempestivos porque así pierde todo el sector, incluyendo los propios trabajadores, los puertos estatales y el propio Estado Nacional, que deja de percibir derechos aduaneros, generándose en el agregado pérdidas millonarias en divisa en concepto de demoras; extra costos en nuestras exportaciones e importaciones -los que son absorbidos finalmente por nuestros productores y consumidores-; y pérdida de ingresos directos por servicios de remolques, practicaje, amarre, hidrovía y otros, que dejan de ingresar a empresas nacionales.
JD: Nos preocupa sobremanera que la Argentina pierda el interés de los armadores. Por el lado Liner, mantener volúmenes de 2008 pareciera proyectar gusto a poco. Mientras Uruguay y Brasil hacen los deberes, nosotros caemos en discusiones ideológicas estériles, con riesgo de que nos reubiquen en el plano internacional como puerto feeder. Queremos que la carga se beneficie de las economías de escala y de fletes competitivos de los buques más grandes en forma directa, cosa que perderemos sino reaccionamos a tiempo. La creación urgente de empleo y el desarrollo sostenido de nuestra economía así nos lo demandan.
Fuente: Transport & Cargo, El Cronista