La planta de regasificación de Escobar, operada por Excelerate, se ha convertido en un pilar fundamental para el abastecimiento energético de Argentina durante los meses de invierno. Esta instalación es responsable de suministrar más del 12% de la demanda nacional de gas, inyectando casi el doble de gas que el recientemente inaugurado Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK).

Un Suministro Esencial

El consumo de gas en Argentina se dispara durante el invierno, y aunque la producción de Vaca Muerta ha aumentado y el GPNK ha entrado en funcionamiento, el país aún depende en gran medida de la planta regasificadora de Escobar. Esta dependencia quedó al descubierto recientemente cuando un retraso en el pago a Brasil por un cargamento de GNL dejó la terminal fuera de servicio por unas pocas horas, forzando al sistema gasífero a realizar cortes históricos.

La planta de Escobar tiene la capacidad de inyectar hasta 22 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/d) de gas, el doble de la capacidad actual del primer tramo del GPNK. Actualmente, está suministrando unos 18 MMm³/d, representando más del 12% de la demanda actual.

Desafíos en el Abastecimiento

Hasta la semana pasada, la planta inyectaba solo entre 5 y 7 MMm³/d debido a la compra insuficiente de barcos por parte de la Secretaría de Energía. Mientras que en mayo de 2023 se adquirieron 8 barcos para Escobar y 4 para Bahía Blanca, este año solo se compraron 3 en total, a pesar de las temperaturas más bajas.

Se espera que un nuevo cargamento llegue cada tres días en las próximas semanas, el máximo posible dada la complejidad de las operaciones. La conexión de mangueras requiere aproximadamente 12 horas, y el proceso completo, incluyendo descarga y maniobras de amarre y desamarre, puede llevar hasta 60 horas.

Operación de los Buques de GNL

La terminal de Escobar se encuentra en un canal estrecho, permitiendo la circulación de un solo barco de gran porte a la vez. Los buques, de unos 300 metros de eslora, necesitan el soporte de la Prefectura y remolcadores para maniobrar. El barco debe salir al Río de la Plata antes de que pueda ingresar el siguiente cargamento.

El buque tiene la capacidad de recibir carga y simultáneamente inyectar gas al sistema, sin necesidad de vaciarse completamente antes de ser recargado. El GNL, comprimido unas 600 veces y mantenido a -162 grados Celsius, es calentado a 7 grados mediante un intercambiador de calor para ser transformado nuevamente en gas y luego inyectado a la red.

Una Ubicación Estratégica

La planta de Escobar está estratégicamente ubicada para recomponer rápidamente el almacenamiento del line pack y abastecer la demanda del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el parque térmico de la zona y el cordón industrial. Gracias a su flexibilidad, muchos especialistas creen que su operación seguirá siendo necesaria incluso después de completar todos los gasoductos proyectados.

La unidad flotante de almacenamiento y regasificación (FSRU) Expedient, perteneciente a Excelerate Energy, en el puerto de Escobar, es crucial para asegurar el suministro de gas durante los picos de demanda invernal. Algunos expertos consideran que la decisión de prescindir de la terminal de Bahía Blanca fue un error, ya que podría haber sustituido parte del gasoil y fueloil usados por las termoeléctricas, combustibles que actualmente cotizan al doble del precio del GNL. Fuente: Mas Energia