Un trabajo de la organización Fundar analizó la situación de los hidrocarburos. Son necesarias inversiones en infraestructura, en el caso del gas y del sector privado en el petróleo. Se destaca el papel de YPF, desde su estatización en el 2012.
La organización Fundar, dedicada al estudio, la investigación y el diseño de políticas públicas con foco en el desarrollo de una Argentina sustentable e inclusiva, analizó en un documento la situación hidrocarburífera en el país y las potencialidades de la explotación no convencional en Vaca Muerta.
Según se desprende del informe “La evolución del sector de hidrocarburos. Potencialidades de la matriz energética argentina”, realizado por Nicolás Arceo, Lara Bersten y Andrés Wainer, expertos en el sector energético, con desarrollar Vaca Muerta a la mitad de su capacidad, las exportaciones podrían sumar u$s 33 mil millones anuales durante los próximos 50 años.
El trabajo analiza que para lograr mayores volumenes de producción se necesitará inversión privada y un nuevo marco regulatorio. En la primera parte del trabajo, se analiza el sector de hidrocarburos argentino en el marco de la transición energética iniciada a nivel internacional.
En la segunda, se traza la evolución del sector de hidrocarburos argentino desde la privatización de YPF en 1992 hasta el presente, haciendo un recorrido que incluye hitos tales como la reestatización de 2012. En la última sección, se profundiza en el estado del sector en el presente y pasado inmediato, y sobre todo se apunta a pensar en el futuro: la gran oportunidad que significan los recursos no convencionales de Vaca Muerta.
“La Argentina, considerando los recursos no convencionales de la cuenca neuquina, posee potencialidad para abastecer la demanda local de petróleo por casi un siglo, y dos siglos en el caso del gas natural. Esto supone la posibilidad de desarrollar una nueva plataforma de exportación de recursos hidrocarburíferos en las próximas décadas. No existe otro sector en la economía argentina con la potencialidad de expandir las exportaciones como el sector de hidrocarburos”, señala el documento.
“En síntesis, el objetivo del trabajo es, a luz de la evidencia histórica, identificar las modificaciones del marco regulatorio requeridas para aprovechar la ventana de oportunidad histórica que suponen los recursos no convencionales. El desarrollo de dichos recursos implicaría una contribución fundamental tanto para la superación de la restricción externa que enfrentó la economía argentina en las últimas décadas, como para el financiamiento del proceso de transición energética que, necesariamente, deberá llevar adelante nuestro país en lo que resta del siglo”, se destaca.
Por los recursos en Vaca Muerta, Argentina se encuentra en el segundo lugar en el mundo en reservas no convencionales en gas natural, y en el cuarto en el caso del petróleo. En shale gas, el país tiene recursos para dos siglos de consumo interno, y en sale oil, para un siglo, solo con la formación neuquina, según los datos del informe de Arceo, Bersten y Wainer.
En el análisis de la situación, el informe publicado por Fundar analiza que el deterioro del balance comercial energético comienza a agudizarse en 2011, y como consecuencia de ese creciente déficit, “se fue agudizando progresivamente” la restricción externa, que alcanzó un déficit energético de u$s 6.902 millones en 2013.
“Si bien la histórica vulnerabilidad externa que suele presentar la economía argentina excede ampliamente el intercambio comercial energético, sin dudas el déficit incurrido en este sector ha sido un factor central”, dice el trabajo.
Por el contrario, por la magnitud y características de los recursos no convencionales, el desarrollo del sector podría “eliminar, o al menos, morigerar la restricción externa”. El trabajo analiza tres posibles escenarios acerca de la expansión que podría darse en la producción de Vaca Muerta y en los volúmenes de exportación.
Con el desarrollo de un 25% de los recursos, podrían sumarse u$s 16.866 millones en exportaciones cada año, por el próximo medio siglo. En el caso de desarrollarse el 50% de los recursos, el dato asciende a u$s 33.731 millones anuales, en tanto que trepa a u$s 50.597 millones anuales si se desarrollara el 75% de los recursos.
Si se lo compara con el agro, “la potencialidad de la producción hidrocarburífera permitiría consolidar una nueva plataforma de exportación similar a dos complejos sojeros”, analiza el trabajo.
Para alcanzar la suba de las exportaciones, existen diferencias entre petróleo y gas. El trabajo detalla que la suba podría darse en el corto plazo en el caso del crudo dado que se cuenta con la infraestructura, aunque se requieren inversiones para garantizar “plena operatividad”.
Si bien asegura que el desarrollo de la producción no convencional “no podría explicarse sin el rol” de YPF tras su reestatización en 2012, el informe considera que el desarrollo masivo en los niveles de producción necesita también de un incremento “sustantivo” de la inversión privada.
Para aumentar las exportaciones de gas, ahí si se necesita un “significativo desarrollo de infraestructura”, en la red de gasoductos y en terminales licuefactoras de exportación. Este jueves, el presidente Alberto Fernández visitará la operación de YPF en Neuquén para dar comienzo a la construcción del gasoducto Néstor Kirchner.
Acerca de la demanda que podría tener Vaca Muerta en los mercados internacionales, en un contexto de necesaria transición energética debido al cambio climático, el informe analiza que esta transición será un desafío y a la vez una oportunidad.
Un desafío porque deberá aumentarse la producción en los próximos años, dado que habrá un “abandono progresivo” de los combustibles fósiles a lo largo del siglo.
A la vez, es también una oportunidad porque el desplazamiento del carbón en la transición energética implicará una mayor demanda de gas natural, que es un 40% menos contaminante, por lo que “será utilizado como combustible de transición”. Fuente: Vaca Muerta News