El sector agroexportador se encuentra paralizado por cuarto día consecutivo debido a un paro llevado a cabo por los trabajadores aceiteros, lo que está generando pérdidas multimillonarias.

La medida de fuerza, que comenzó el martes pasado, ha dejado a aproximadamente 10 mil camiones varados y a 20 barcos a la espera de carga en las terminales portuarias.

Marco Pozzi, secretario general del Sindicato Aceitero y paritario en la negociación salarial, declaró que “la discusión del sueldo viene desde hace un mes”. Según Pozzi, el sindicato está solicitando un salario mínimo vital de $1.550.000 a partir de julio, mientras que las empresas han ofrecido una propuesta significativamente menor, que no supera los $1.400.000.

En una entrevista concedida al programa Buenos Días Splendid por AM 990, Pozzi afirmó que la huelga se mantendrá debido a la falta de avances en las negociaciones. “Seguiremos discutiendo hasta que aparezca el número“, aseguró, aclarando que el sindicato no ha realizado ni realizará bloqueos.

El líder sindical rechazó las afirmaciones de que el sector esté en crisis, señalando que “las empresas son las grandes ganadoras de este modelo, no los trabajadores“. También destacó que “nuestro salario representa menos del 1,5% de la ganancia de las empresas”.

Por su parte, la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA-CEC) emitió un comunicado en el que critica la falta de diálogo y voluntad de llegar a un acuerdo por parte de los sindicatos. “Es menester levantar la medida de fuerza para retornar a la mesa de negociación“, solicitaron.

Los industriales acusan a los líderes sindicales de ser responsables de la situación, afirmando que la falta de vocación gremial está perjudicando a miles de trabajadores aceiteros, así como a los transportistas, cuyos ingresos se verán afectados al final de este mes.

En cuanto a la propuesta salarial, los representantes de la industria insisten en un aumento del 12% para julio y 5% para septiembre, lo que llevaría a un acumulado del 94% en los salarios.

Este paro es el resultado de una profundización en el distanciamiento entre los representantes de los trabajadores y las empresas, afectando a la actividad en todas las plantas del país y ralentizando la liquidación de divisas del sector agroexportador.

La raíz del conflicto radica en el impacto del impuesto a las Ganancias sobre los salarios de los trabajadores aceiteros, con más del 60% de los trabajadores afectados por este gravamen debido a sus salarios brutos que superan los 2,8 millones de pesos mensuales.

Perfil/LN/Infobae/AF