Por Ariel Armero, Globalports//
En los últimos años, diversas provincias argentinas han presentado al gobierno nacional sus problemas relacionados con el dragado de puertos, ríos y canales, dificultades que afectan directamente la logística eficiente para el comercio nacional e internacional.
Ante la falta de respuestas y recursos para estas obras estratégicas, se han alzado voces que reclaman una mayor participación provincial para gestionar el dragado de sus vías navegables, fundamentales para sus economías regionales.
Este pedido se basa en la demora por parte del gobierno central en la aprobación y financiamiento de proyectos esenciales como el dragado del Puerto de Santa Fe, el Canal Magdalena en Buenos Aires y el Río Uruguay en Entre Ríos. Las provincias afectadas buscan asumir un rol más activo en las decisiones, la gestión de fondos y la ejecución de estas obras para dinamizar sus economías.
¿Es viable gestionar estas obras esenciales desde un enfoque provincial y federal? ¿Cómo se pueden superar los obstáculos logísticos y económicos que afectan a las economías regionales?
El Puerto de Santa Fe: Estrategia y Burocracia
El gobierno de Santa Fe ha denunciado el perjuicio que significa para la economía regional, el nuevo contrato de la Vía Navegable Troncal, en el cual se deja el puerto santafesino con su calado natural de 15 pies, en lugar de los 25 pies que se requieren.
Ante la insistencia del gobernador Maximiliano Pullaro, se ofreció un aumento a 17 pies, apenas suficiente para la circulación de barcazas. Sin embargo, Santa Fe sigue firme en su lucha por mantener los 25 pies de calado, una condición vital para la operatividad de buques de mayor porte y el crecimiento del comercio exterior.
Las autoridades provinciales advierten que la falta de un calado adecuado resta competitividad y eleva los costos logísticos, afectando la salida de la producción agrícola y manufacturera clave de la región. La negativa a profundizar el puerto limita las oportunidades de crecimiento y pone en riesgo la rentabilidad de los productores y exportadores locales.
Canal Magdalena: Un Proyecto Estratégico
El Canal Magdalena es una iniciativa de alcance federal, retomada con fuerza por la provincia de Buenos Aires. Esta obra busca proporcionar una salida directa al mar desde los puertos argentinos, facilitando la integración entre los sistemas fluvial y marítimo. La conexión ofrecida por el Canal mejoraría significativamente la logística nacional, impulsando el comercio exterior y el sistema portuario.
El gobernador Axel Kicillof ha subrayado la importancia de esta obra y ha mostrado su intención de gestionar los fondos necesarios, frente a la falta de interés percibida por parte del gobierno nacional.
El Canal Magdalena no solo fortalecería la soberanía en la gestión de rutas estratégicas, sino que además impulsaría la economía de Buenos Aires, brindando una vía directa y segura para las exportaciones argentinas.
Dragado del Río Uruguay: Pilar de la Producción Entrerriana
En Entre Ríos, el gobernador Rogelio Frigerio ha enfatizado repetidamente la necesidad de dragar el río Uruguay, vital para la salida de la producción agrícola, ganadera y maderera.
A pesar de promover convenios y esfuerzos para incluir los puertos secundarios en los planes de dragado, los avances han sido limitados debido a la falta de un plan integral para desarrollar el sistema fluvial argentino.
Un dragado efectivo del río Uruguay permitiría un comercio más fluido y menos costoso, mejorando la competitividad de los productos entrerrianos en mercados internacionales. Además, se plantea como una alternativa viable ante las constantes bajantes del río Paraná debido a las sequías.
Autonomía provincial y la coordinación nacional
En un contexto de demandas crecientes y falta de respuestas claras, surge la pregunta: ¿Debería el gobierno nacional escuchar más a las preocupaciones de las provincias? ¿Se podría permitir una coordinación interprovincial para estas obras vitales? ¿No sería este un enfoque más federal y adaptado a las necesidades de cada región? Y, por otro lado, ¿cómo garantizar que la autonomía financiera no genere conflictos o disparidades entre las distintas provincias?
El desarrollo de infraestructura portuaria y fluvial es una inversión clave para el crecimiento económico, la generación de empleo y el fortalecimiento de las economías regionales. La falta de obras de dragado no solo representa un problema logístico, sino también una limitación estructural para las economías provinciales.
Tal vez, la clave esté en encontrar un equilibrio entre los intereses provinciales y la coordinación nacional, de manera que las regiones tengan la flexibilidad necesaria para avanzar y crecer, sin perder de vista un horizonte de desarrollo integral para todo el país. La discusión está abierta, y su resolución podría marcar un punto de inflexión en la política de infraestructura y desarrollo argentino.