La tecnología empuja el desarrollo del comercio electrónico, pero no está abocada con la misma fuerza a lograr un eficiente desarrollo del control aduanero.
Por la pandemia que azota al planeta, los tiempos del comercio electrónico se han acelerado. Las aduanas del mundo vienen analizando cómo trabajar sobre este nuevo modelo de comercio, donde quedan varios puntos por clarificar. Este fue el tema de la videoconferencia que bajo el título “Comercio Electrónico Transfronterizo y Control Aduanero”, organizó el Centro Despachantes de Aduana de la República Argentina (CDA) junto a la Asociación Internacional de Agentes Profesionales de Aduana (ASAPRA).
Al comenzar el evento, Enrique Loizzo, presidente del CDA, citó a Ana Hinojosa, quien en representación de la Organización Mundial de Aduanas (OMA)señaló en 2017 que se venía un “tsunami de paquetitos”.
“Señores, el tsunami ya llegó, y por eso debemos analizar desde el punto de vista del comercio electrónico transfronterizo, cómo deben llevar los países el control aduanero en este modelo que ya está instalado”, destacó Loizzo. Héctor Hugo Juárez Allende, juez del Tribunal Fiscal de la Nación y docente en la especialización derecho aduanero señaló en primer lugar que el hombre más rico del mundo es Jeff Bezos, el dueño de Amazon, y con esto mostró la importancia que tiene la actividad del comercio electrónico en la actualidad. Amazon salió al mercado en 1997 con una acción a u$s 1,78, que en la actualidad cotiza u$s 3.000.
“Durante este 2020, la OMC señala que el retroceso económico en el mundo será de entre un 12% y un 32%,sin embargo, las compañías de e-commerce están registrando crecimientos explosivos. Este fenómeno, no se da solo en el primer mundo: la empresa Mercado Libre registra similares índices de crecimiento. Salió al mercado en 2007 con un valor de acción de u$s 27,50, y hoy su acción cotiza en u$s 1.000. Su capitalización bursátil, que a la fecha es de u$s 48.000 millones, supera en la sumatoria a todas las demás empresas argentinas que cotizan en Wall Street como Tenaris, Banco de Galicia, Edenor e YPF entre tantas otras. Además, el patrimonio de Mercado Libre es mayor al total de reservas disponibles en el Banco Central de la Argentina”, aseguró Juárez Allende. El experto relató que, en julio de 2016, la OMA creó el Grupo de Trabajo sobre Comercio Electrónico que tiene dos presidentes, uno en representación de las aduanas, y otro por el sector privado, lo que demuestra la amplitud de criterios existente.
“El desafío de este grupo de trabajo es la facilitación del comercio y simplificación de los procedimientos, seguridad y control, recaudación de ingresos, y medición y análisis de datos”, destacó el especialista. Otro gran logro de la OMA es la Resolución Luxor, que marca las directrices a tener en cuenta al momento de elaborar el marco normativo. “De allí surgieron los ocho principios para enmarcar jurídicamente al comercio electrónico transfronterizo: datos electrónicos anticipados y gestión de riesgo; facilitación y simplificación OEA; recaudación justa y eficiente; seguridad con prevención, cooperación e intercambio; cooperación internacional entre asociaciones; sensibilización pública con divulgación y fortalecimiento de capacidades; medición y análisis estadísticos; y aprovechamiento de las tecnologías transformativas. La conquista más reciente fue la creación del llamado Paquete Comercio Electrónico que logró agrupar todas las normas y pautas establecidas hasta la fecha para ser entregado a las aduanas”, manifestó Juárez Allende.
Héctor Guillermo Vidal Albarracín, especialista en derecho penal aduanero, destacó que “los organismos internacionales promueven el comercio electrónico transfronterizo bajo el slogan de la facilitación. Se ha avanzado en algunos aspectos de riesgos, pero principalmente se analizaron los riesgos del usuario y cómo evitar el fraude en las compras, que se perfeccionen los pagos, y que no exista robo de identidad, o sea una legislación específica para combatir el ciberdelito. Sin embargo, de lo que se habla poco, es de los riesgos del e-commerce con el Estado. La tecnología empuja el desarrollo del comercio electrónico, pero no está volcada con la misma fuerza en lograr un eficiente desarrollo del control aduanero. Por el contrario, la tecnología ayuda a un mayor descontrol y a la impunidad”, aseguró Vidal Albarracín. El especialista destacó que la aduana cumple un rol importante en la facilitación del comercio, pero también tiene que tener en cuenta el control sobre las importaciones y exportaciones a los fines de cumplir con las prohibiciones y también con la necesaria recaudación tributaria. “La clave está en priorizar la celeridad, pero sin descuidar la eficiencia del control aduanero. Digo esto porque en la realidad, el e-commerce muchas veces es utilizado de forma ilícita. Al realizarse una declaración simplificada y no detallada, no se permite detectar por ejemplo falsificaciones, o si se está transportando un libro incunable, una pintura famosa o cualquier otra maniobra ilícita que se pueda orquestar. También existe fraccionamiento de envíos, no aplicación de restricciones o autorizaciones previas que resguardan la salud o la seguridad pública. Sin ir más lejos, Estados Unidos recientemente acusó a la plataforma Amazon de favorecer a la piratería”, aseguró el experto. Vidal Albarracín expresó que “las encomiendas postales también son utilizadas para envío de estupefacientes. Además, portales anónimos gestionan compras, ventas y pagos con monedas virtuales sin el más mínimo control de las entidades financieras. Entonces, se puede enviar por ejemplo droga a un destinatario, y este destinatario, cono solo negar que la compró queda impune porque no se puede rastrear el pago a través de las monedas virtuales.
El e-commerce crece y es una realidad, pero también crecen el contrabando y los ilícitos por esta vía. Entonces, si una actividad ilícita crece y no hay sanción, no va a frenar”. Los expositores en esta conferencia virtual coincidieron en que, si bien la OMA fija estándares entre sus países miembros para facilitar el comercio internacional, debe conservarlas formas tradicionales de comerciar y la igualdad de los operadores para evitarlos abusos del e-commerce. “El problema principal que se plantea es que esas pautas que fija la OMA, al ser genéricas, no se concretan en normas expresas y quedan muchas veces como expresiones de deseo. Los esfuerzos son importantes, pero no se baja letra chica, simplemente se les da el marco a las aduanas de los países y son éstas las que deben implementar esas pautas genéricas”, agregó Vidal Albarracín. Una iniciativa destacada fue cuando ASAPRA redactó el documento de Punta Cana. La declaración se basa en un escrito elaborado por el CDA, con la gestión del presidente Enrique Loizzo y del consejero Oscar Dhers. Luego de incorporar comentarios y sugerencias de las distintas asociaciones de Latinoamérica, en febrero de 2020 se acordó unánimemente el texto. En el mismo se recomienda a las aduanas de los estados parte que la regulación del e-commerce priorice el control aduanero, preserve la igualdad de beneficios con el comercio tradicional y de tratamiento por los restantes operadores del tráfico internacional.
“En general se pone más atención a la cuestión comercial como la celeridad de los envíos o la atención al cliente, más que en la cuestión penal, o sea quien está detrás de la operación, porque al derecho penal le interesa quien es el que realiza esos envíos que luego van a ser cuestionados como tráfico ilícito”, dijo Héctor Vidal Albarracín. El especialista tuvo una mención especial para el estratégico rol del despachante de aduana: “Siempre ha sido un colaborador y auxiliar del servicio aduanero, podemos decir que ha puesto el alma en su actividad, colabora en todo lo que se le pide y lo quiere seguir haciendo. Con la reforma del Código Aduanero en 2005, el despachante pasó a clasificar arancelariamente la mercadería, y esta es una tarea compleja que le genera responsabilidad. Luego se le pide que digitalice la documentación y que por un plazo determinado sea depositario el de la misma. También se le solicita que sea obligado respecto a la Ley de Lavado de Dinero, por lo que debe informar sobre operaciones inusuales a la Unidad de Información Financiera. Cada vez tiene más obligaciones y menos excusas de su responsabilidad. Para colmo, en la actualidad esta actividad peligra frente a otros operadores como agencias marítimas que deciden aumentarlos servicios y ocuparse de los despachos. Si a esto sumamos la aparición del comercio electrónico, la simplificación del trámite, y la posibilidad de que los courriers documenten hasta u$s 3.000 sin las mismas obligaciones que los despachantes, vemos que se produce una suerte de competencia desleal”. Fuente: Transport &cargo