Para Carlos Marazzi, nuevo presidente Yusen Logistics Argentina, los costos logísticos acompañan la inflación y obligan a replantear la frecuencia de ajustes.
Por Agustín Barletti
Son tiempos complejos los que vive el mercado logístico argentino. Desde su visión privilegiada, Carlos Marazzi, flamante presidente Yusen Logistics Argentina, muestra que aun en este escenario se puede crecer en base a la calidad de servicio y en la sustentabilidad de la operación.
En diálogo con Transport & Cargo, el directivo reflejó los desafíos actuales y a futuro.
– ¿Qué implica este nuevo desafío profesional en Yusen?
– Estoy muy agradecido por la confianza que depositaron en mí y sé que será un camino con desafíos y muchos aprendizajes. Soy un apasionado de esta industria y desde siempre me comprometí en cada detalle,acompañando el éxito de Yusen en la región.
El principal desafío será continuar con la expansión de nuestras tres líneas de negocio, aéreo, marítimo y terrestre en un entorno actual sin duda desafiante.
El mercado está cambiando y trabajamos fuertemente en la visibilidad y optimización de los procesos fortaleciendo día a día nuestro propósito de seguir brindando un servicio de calidad mediante relaciones fuertes y duraderas.
– ¿Cuáles son las ventajas de pertenecer a un Grupo con presencia mundial como Yusen?
– Tener presencia propia en 47 países y en 350 ciudades alrededor del mundo nos da la tranquilidad de poder mantener los mismos estándares de calidad en cualquier país del mundo.
De la cultura japonesa, hemos aprendido en todos estos años, la importancia de establecer puentes de comunicación sólidos y estables con nuestros stakeholders. Esto nos permite crecer a la par de nuestros clientes y adaptarnos rápidamente a sus nuevas necesidades. La confianza que depositan en nosotros es lo más importante, nos diferencia y lo vivimos como el valor más importante.
– ¿Cómo observa el mercado logístico en Argentina?
– Actualmente el comercio exterior está golpeado. Los importadores se ven afectados por las restricciones y los exportadores por los factores climáticos y la falta de competitividad de la moneda. Si bien los fletes internacionales bajaron considerablemente en los últimos meses, el crecimiento de la inflación hace que el tipo de cambio sea poco atractivo y deje afuera de mercado a muchos exportadores.
Con respecto a la logística local, es un año en el que hay que trabajar cerca de los proveedores y clientes. Los costos logísticos acompañan la inflación y obliga a replantear la frecuencia de ajustes. Sin embargo, estoy convencido de que será un año de muchos desafíos en este sentido, pero seguimos apostando fuertemente al crecimiento de nuestro negocio basado en la calidad de servicio y en la sustentabilidad de la operación.
Fuente: Transport & Cargo, El Cronista