En estos días, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, inició el proceso de Consulta Temprana sobre el pozo exploratorio Argerich, ha ejecutarse en el mar argentino a 300 km de la costa de Mar del Plata.
También se conoció una encuesta de una reconocida consultora de opinión publica, sobre la explotación costa afuera, en la cual, el 47 % de los encuestados se manifestó a favor de permitirla, el 36% a favor de prohibirla y un 17% sin posición tomada.
Al igual que sucedió en su momento con el fracking, – que hoy se realiza en Vaca Muerta- la producción de petroleo en el mar, es motivo de acalorados debates. En general existen dos clases de oposiciones a la producción de hidrocarburos; la del ambientalismo que brega por exigir a la industria mayores resguardos ambientales, y la del negacionismo que directamente se opone a la búsqueda y producción de hidrocarburos.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo dio a conocer algunos aspectos que buscan aportar al debate. El primer punto que explicitaron es que desde los años 60, en Argentina, se realiza exploración y producción de hidrocarburos en el mar . Actualmente del 17 al 20% del gas que consumimos diariamente, proviene de plataformas de producción en las costas de Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Respecto la exploración en el mar argentino, de 1979 a la fecha se han realizado mas de 400 mil km de lineas sísmicas en el lecho marino; y se perforaron 187 pozos de los cuales 36 son productivos. En 50 años de actividad no hubo ningún reporte comprobado de daños a la fauna marina, ni ningún derrame que haya generado un daño irreparable en nuestras costas.
En segundo aspecto que aclararon es que la producción actual de hidrocarburos se realiza en aguas someras, es decir menos de 100 metros de profundidad y en sitios cercanos a la costa. En cambio ahora estamos iniciando otro tipo de actividad exploratoria que es el aguas profundas (mas de mil metros) y a 300 o 400 km de la costa.
Esta actividad requiere de una tecnología especial que no es nueva en el mundo, pero sí en nuestro país. Razón por la cual, nuestra empresa de bandera YPF, necesita asociarse con operadoras del alto nivel tecnológico internacional como es el caso de Equinor, la empresa estatal noruega.
El offshore en el mundo
El 84% de la energía que se consume a nivel mundial proviene de los combustibles fósiles. El 95% del transporte del mundo se mueve con derivados del petróleo. Hoy, y por varias décadas más, es impensable un mundo sin hidrocarburos.
El 30% de los hidrocarburos del mundo provienen de producción costa afuera. Son mas de 50 países que tienen ese tipo de producción. Los cuatro primeros por volumen son Qatar, Iran, Noruega y Arabia Saudi. El quinto es nuestro vecino Brasil seguido de EEUU en el sexto lugar.
En el año 2006, Petrobras descubrió el “presal” una formación geológica en el lecho marino, con enormes reservas de hidrocarburos. Brasil, gracias a la explotación offshore, ya es el tercer productor petrolero de América y el primero en offshore. Los centros turisticos de Buzios, Río de Janeiro, Maceió, Recife y Fortaleza, entre otros, tienen plataformas de petróleo offshore activas que se encuentran de 100 a 300 km de distancia de la costa.
Noruega, en pocas décadas pasó de ser una de las economías de menores ingresos entre los países escandinavos, a ser uno de los países más ricos del mundo. Equinor, hasta 2018 llamada Statoil, es la empresa de energía controlada por el Estado noruego que ha liderado el desarrollo del petróleo offshore en Noruega. Desde la década del ‘70, la actividad ha coexistido sin tensiones con la pesca y la acuicultura, que componen el segundo rubro exportador del país.
Qatar es el país más rico del mundo en PBI per cápita. Su riqueza se debe a que el país es exportador gasífero, dueño de la tercera reserva mundial probada de gas natural, el 14% del total mundial. El gobierno qatarí promueve la actividad turística de lujo, con importantes desarrollos hoteleros en torno a su capital. Sus playas son uno de los principales atractivos del país, a
la par de la arquitectura ultramoderna. Las actividades offshore están a aproximadamente
80 kms de la costa.
Canadá, desde hace varios años viene desarrollando su actividad offshore en la isla Terranova y Labrador, a unos 350 km de la costa. La producción de hidrocarburos coexiste con el turismo, la pesca y manufactura.
Escocia centra su actividad offshore en las Islas Shetland . Desde que comenzó la actividad , el impacto positivo más directo, fue para los hoteleros, que tenían demanda únicamente en temporada de verano, y pasaron a prestar servicio todo el año a las empresas petroleras que trabajaban en la zona.
Guyana era uno de los países mas pobres de Sudamerica; hasta 2005 su PBI por habitante no superaba los mil dólares. A partir de la producción offshore, en 2020 ya subió en siete mil dólares por habitante, y según el Banco Mundial en este año va a crecer un 49% y un 25% en el 2023. Este desmesurado crecimiento genera el nuevo desafío; el de una mas justa distribución de la riqueza, en una sociedad históricamente muy desigual.
En el Mar Mediterráneo varios países costeros: Grecia, Israel, Chipre, Egipto, Turquía y Líbano han asignado permisos de exploración y explotación gasífera en el área, todas zonas de gran desarrollo turístico. Israel, explota diversos campos en las cercanías de ciudades balnearias como Tel Aviv, con plataformas offshore situadas entre 45 y 80km de la costa aproximadamente.
Otros sitios con playas de ensueño donde hay producción offshore, podemos mencionar : la isla de Java en Indonesia; Arrail do Cabo en Brasil principal centro de buceo por sus aguas cristalinas; las playas de Brunei; la isla de Corisco en Guinea; las playas de Nigeria; la Isla del Carmen en el Golfo de Mexico y las muy visitadas por argentinos Cayo Hueso o Key West en el mismísimo Miami.
Estos ejemplos indican que si Rio de Janeiro, Buzios, Java o Key West no han visto afectado el turismo por la producción de petroleo en sus costas; Mar del Plata y otras ciudades de la costa, tampoco verían ningún impacto negativo en materia turistica. Y si tendrían, enormes impactos positivos en la ocupación hotelera todo el año, en sus parques industriales, en su industria naval, y en sus puertos y aeropuertos, por todo lo que la actividad petrolera costa afuera genera.