En un hito significativo para la industria energética local, el buque Geo Service I fue oficialmente recibido en el Puerto de Mar del Plata por autoridades, gremios y otras entidades significativas.
El presidente del Consorcio Portuario, Gabriel Felizia, junto a líderes de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Mar del Plata, diversos gremios y miembros del Clúster de Energía, ofrecieron una cálida bienvenida al capitán y al gerente de logística de la nave clave en el soporte de la exploración offshore.
El Geo Service I, un navío con ocho años de trayectoria marítima, desempeñará un papel fundamental en el proyecto llevado a cabo por la empresa noruega Equinor, en asociación con YPF y Shell, para la determinación de reservas de hidrocarburos en el bloque CAN 100, ubicado a 300 kilómetros de la costa de la ciudad. Se ha planificado que el buque sirva como soporte logístico recurrente en el puerto, que fungirá como punto de aprovisionamiento y mantenimiento.
La expectación crece también en torno al pozo exploratorio Argerich-X1, donde YPF y otras compañías han cosechado resultados prometedores en el pasado, sin incidencias negativas significativas en la fauna marina.
El buque zarpará el lunes por la tarde hacia el bloque CAN 100, tras un acto oficial con la presencia de autoridades destacadas, incluyendo al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y la titular de ANSES, Fernanda Raverta.
Este proyecto no solo augura un incremento en la capacidad de producción petrolera de YPF, con proyecciones que indican la posibilidad de duplicar la producción anual de la compañía, sino que también promete ser un catalizador económico, con la creación estimada de 22,000 empleos directos y 110,000 empleos indirectos.
La exploración a realizarse en los bloques CAN 108 y CAN 114 también es parte de esta ambiciosa iniciativa energética, que durará al menos tres meses. Se proyecta la perforación de un pozo de 1.500 metros de profundidad en el Argerich, programada entre mediados de diciembre y el primer trimestre de 2024, marcando así el comienzo de una etapa exploratoria que podría redimensionar la producción petrolera nacional y posicionar a la industria energética del país en un nuevo horizonte.