En 2020, la oferta se vio restringida debido a los confinamientos y la escasez de algunos materiales, mientras que los hogares se lanzaron a consumir aprovechando los ahorros acumulados, lo que disparó la demanda mundial. En cambio ahora, el consumo se ha visto reducido por la inflación, las tensiones geopolíticas y la recesión que acecha a las principales economías, lo que ha provocado una acumulación de contenedores vacíos y las plataformas logísticas ya no tienen espacio para alojarlos.
La caída de la demanda es tal, que la temporada alta de envíos de mercancías -en la que los minoristas adquieren existencias de cara a la campaña navideña- “técnicamente no se ha producido este año”, asegura Andrea Monti, director general de Sogese, un depósito de contenedores.
Asimismo, señala que “la carga vuelve a ser ‘puntual’“, es decir, las empresas se están ajustando a “tiempos de entrega más eficientes en el transporte marítimo”.
El motivo es que la acumulación de contenedores vacíos retrasa los envíos de mercancías, ya que los depósitos y los puertos no cuentan con espacio para acoger los contenedores cargados. Como solución, puertos como el Houston han decidido cobrar tasas a los contenedores que permanezcan más de una semana en sus instalaciones.
Por su parte, algunas compañías navieras están optando por saltarse un puerto o un tramo entero de su ruta comercial para adaptarse a la demanda actual, lo que se conoce como salidas en blanco o canceladas. De las 731 salidas programadas entre el 14 de noviembre y el 18 de diciembre, se han cancelado un 13%, según datos de la consultora Drewry.
Como era previsible, todo esto ha terminado repercutiendo en el precio de los contenedores y las tarifas de los fletes. En la actualidad, el coste de los contenedores de 12 metros se sitúa en los 2.773 dólares, lo que supone una caída del 73% respecto al máximo alcanzado en septiembre de 2021, publica CNBC.
En cuanto a la evolución de las segundas, se ve en el índice Shifex -el más representativo, al incluir las tarifas entre Shanghai y Los Ángeles-, que ha pasado de 20.000 dólares a menos de 5.000 dólares en poco más de un año.
Hace unos meses, Maersk revisaba sus perspectivas a la baja, situando la demanda mundial de transporte marítimo de contenedores entre el -1% y el 1% en 2022. Más recientemente, la naviera danesa ha destacado que “los fletes han tocado techo y han empezado a normalizarse durante el trimestre, impulsados tanto por la disminución de la demanda como por la descongestión de la cadena de suministro”.
Fuente: El Economista