El moderno patrullero español, “El Cóndor” que costó 8,2 millones de euros, tiene serias dificultades para navegar debido a fallos de diseño. Su fuerte balanceo y los súbitos apagones de sus motores comprometen su seguridad. La nave todavía no ha podido ir mar adentro. El buque patrullero, que fue botado en abril, está destinado a la lucha contra el narcotráfico y para la vigilancia aduanera y es operado por la Agencia Tributaria española.
El 15 de abril se anunció la puesta en funcionamiento del novísimo patrullero de altura Cóndor, que según describía el Ministerio de Hacienda mediante una nota de prensa, representa “un nuevo segmento de embarcación en la flota del Servicio de Vigilancia Aduanera [SVA]”, un buque válido “tanto para cumplir labores de control del litoral de una o varias regiones, como para realizar misiones de corto y medio alcance en alta mar”.
Pero meses después, han trascendido los problemas que está experimentando el barco, el mejor y más grande de la flota del SVA, que integran 47 embarcaciones de varias clases y tamaños. Apenas está en condiciones de salir a alta mar debido a supuestos fallos de diseño y a otros problemas que comprometen su seguridad. El escaso calado de la nave, construida en poliéster reforzado con fibra de vidrio (PRFV), le provoca un balanceo excesivo cuando la mar está brava. Y los dos motores diésel (de 1.500 KW cada uno) a veces se paran sin previo aviso, debido a un problema con sus bombas de refrigeración (no aportan el agua necesaria).
En principio se ha dotado al patrullero de aletas estabilizadoras e interceptores de popa para solucionar el problema del excesivo cabeceo, pero una avería electrónica, ya subsanada, generó fallos en todo este sistema estabilizador, que actúa tanto en reposo como en navegación. Con todo, técnicos de Aduanas consultados por Eldiario.es sostienen que el mal diseño de las hélices de los motores genera cavitación, un efecto hidrodinámico por el que se produce un intenso burbujeo por la aspiración en vacío. Otros problemas atañen a la leva incorrecta de las anclas (no se posicionan bien en sus escobenes) y a los malos olores en el excusado.
¿Es la fibra de vidrio el problema?
Con una tripulación de 14 personas, 43 metros de eslora, 23 nudos de velocidad máxima y una autonomía (2.000 millas náuticas) que dobla la de los patrulleros convencionales, el cometido del Cóndor son las misiones de alta mar y el patrullaje costero. Es decir, el seguimiento, interceptación y registro de otras naves, en aras de la supresión de actividades ilícitas como el contrabando o el narcotráfico. A tal fin lo operan funcionarios de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT).
Construido por Rodman Polyships y botado en Moaña (Pontevedra), el Cóndor es la embarcación más grande construida en Europa en PRFV, un hito según el constructor, que se adjudicó el proyecto en 2019. Precisamente, los técnicos de la AEAT creen que el balanceo excesivo es consecuencia de este material, más barato que el acero o el aluminio, e inhabitual en buques de semejante eslora. Ningún astillero en Europa los fabricaba así, tampoco Rodman Polyships, por lo que un casco de 43 metros de largo en PRFV constituyó una innovación. El calado del Cóndor apenas llega a los 75 centímetros. En opinión de un técnico del SVA que prefirió mantener el anonimato, su precio de 8,2 millones de euros equivale al de dos patrulleras de 30 metros de eslora.
El Cóndor dispone de un sistema de recogida de náufragos que se instala al nivel del agua y de un cañón de agua contraincendios. En la zona de popa el buque aloja dos potentes (500 CV) lanchas motoras rápidas (40 nudos) RHIB Alusafe 700 MK-2 para abordar otros barcos. También presentan problemas, si bien en sus flotadores (fabricados en Inglaterra), que deberán ser subsanados por el fabricante noruego Maritime Partner AS que ha ensamblado las lanchas.
En cualquier caso, los problemas del Cóndor suceden todavía dentro del periodo de garantía de tres años del fabricante, por lo que el Astillero Rodman Polyships deberá resolverlos definitivamente antes del 2024. Fuente: Sputnik News