La falta de suministro regular de combustible se refleja en los tiempos de espera para el abastecimiento.
De acuerdo con el relevamiento de FADEEAC, 31% de los encuestados esperó entre 6 y 12 horas para poder cargar gasoil; 26% debió aguardar más de 12 horas; 26% entre 3 y 6 horas; y 17%, entre 2 y 3 horas.
Las rutas 14, 34, 9, 12 y 7 son las que sufren mayor desabastecimiento de combustible, al tiempo que aumentan las provincias en rojo, naranja y amarillo en el “Mapa de abastecimiento de gasoil”, creado por técnicos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC).
La iniciativa que se puso en marcha en abril es un semáforo virtual que tiene como objetivo monitorear en tiempo real la disponibilidad de combustible en Argentina.
Desde entonces, semanalmente, FADEEAC (que nuclea a 43 Cámaras de transporte de todo el país) envió una serie de preguntas a sus asociados para relevar el acceso al combustible, eventuales restricciones o faltantes, y el precio del mismo ante las reiteradas denuncias de heterogeneidad según la zona geográfica.
A la fecha, con más de 600 respuestas procesadas, en el mapa hay:
- Siete provincias en rojo (señala a los sitios en los que hay muy bajo o nulo suministro en las estaciones de servicio): Jujuy, Salta, Formosa, Tucumán, Misiones, Corrientes, Entre Ríos.
- Siete provincias en naranja (identifica los distritos en los que el promedio de suministro es de 20 litros por unidad): Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, San Juan, Mendoza, Buenos Aires y CABA.
- Cuatro provincias en amarillo (para referirse a los lugares en los que se cargan entre 21 y 50 litros por unidad, y entre 51 y 100 litros): Catamarca, La Rioja y San Luis, en el primer subgrupo, y La Pampa, en el segundo.
- Las provincias del Sur aparecen en verde.
“El desabastecimiento que estamos sufriendo lleva más de dos meses. Entendemos que no es un tema sencillo de solucionar, pero nos queda en claro que se trata de un problema generado por la falta de divisas y la dificultad para avanzar rápido en las políticas que se requieren. Desde hace varias semanas, cientos de camiones de Bolivia vienen al puerto de Campana a buscar el combustible que importa su país. Si se paga, hay combustible disponible. Mientras tanto, en Argentina tenemos camiones varados a orillas de la ruta, por falta de gasoil“, dijo Roberto Guarnieri, presidente de FADEEAC.
“Es un problema que afecta a todo el país, de diferente manera. La situación más crítica se vive en el centro y norte; en el sur, por ahora, no se han registrado mayores complicaciones, pero si no se encuentra una solución de manera urgente, empezaremos a ver desabastecimiento. No podemos llevar la cosecha en tiempo y forma, ni el ganado o los alimentos. La industria en general empezará a sentir las consecuencias. El combustible es un elemento esencial para poder cumplir con nuestra tarea. Más del 90% de la economía argentina se mueve en camión”, agregó Guarnieri.
“Las pérdidas que ocasiona esta situación son muy grandes, desde el punto de vista económico y social. El tiempo de espera y la incertidumbre de un transportista que no puede saber cuándo saldrá, ni cuándo llegará a destino produce un daño enorme. Y lo más angustiante es que pese a las reiteradas promesas de diferentes funcionarios diciendo que todo se normalizaría, no tenemos ninguna novedad”, comentó Guarnieri.
Por último, del trabajo surge otro dato importante: el aumento del precio del combustible a granel muy por encima de los incrementos registrados en surtidor, hizo que muchos transportistas dejaran de lado la opción de abastecimiento en playas privadas, para hacerlo en estaciones de servicio ubicadas en las rutas (62%) y en centros poblados (24%), con el consiguiente impacto en el entorno.
La situación se vuelve particularmente compleja en las estaciones de servicio ubicadas dentro de cascos urbanos que atraviesan las rutas.
La convivencia forzada entre tránsitos locales e interurbanos obliga a los transportistas a desenganchar sus equipos y realizar la carga con el tractor y, en muchos casos, a realizar las filas durante la noche, con lo cual interrumpen sus horas de sueño, en detrimento de la calidad de su concentración diurna.
En las estaciones de servicios ubicadas sobre las rutas, la situación es similar. Las largas filas de camiones que esperan poder abastecerse en las playas o en las banquinas, se ha vuelto una postal habitual.
Argentina necesita exportar sus bienes, ser eficiente y competitiva. El sector del transporte siempre acompañó el crecimiento económico y hoy sólo necesita certidumbre respecto del aprovisionamiento de los combustibles. Ante esta situación, FADEEAC reitera el pedido para que las autoridades correspondientes encuentren una solución para el tema de manera urgente.