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A partir del miércoles 23 de octubre, los trabajadores de Aduana y AFIP llevarán adelante un paro de actividades de 10 a 12 horas durante tres días consecutivos, con un apagón informático que podría afectar al comercio exterior y a la recaudación fiscal. Los sindicatos rechazan la creación de un nuevo ente recaudador l y advierten sobre un posible impacto en el comercio exterior.

Los gremios de Aduana y AFIP, representados por SUPARA y AEFIP, declararon el estado de alerta y movilización a nivel nacional ante las recientes medidas del gobierno argentino.

La decisión se tomó en respuesta a los anuncios del gobierno sobre la creación de un nuevo ente recaudador de control, una medida que, según los gremios, pone en riesgo los derechos laborales y amenaza con generar despidos masivos en el organismo. Tanto Carlos Sueiro, Secretario General de SUPARA, como Pablo Flores, Secretario General de AEFIP, expresaron su rechazo a las acciones del gobierno, calificándolas como ilegales, inconstitucionales y perjudiciales tanto para la administración pública como para los empleados.

En un comunicado conjunto, SUPARA y AEFIP señalaron que este “brutal avasallamiento” vulnera la paz social y responsabilizaron al gobierno por las consecuencias políticas y legales que puedan derivarse de sus decisiones. Además, advirtieron que no descartan profundizar las medidas de fuerza si la situación no se revierte.

La medida de fuerza, que incluirá paros, asambleas en los lugares de trabajo y un apagón informático, podría impactar en el funcionamiento de las aduanas y puertos, generando demoras en las operaciones y afectando al comercio exterior. Los gremios exigen una revisión de las políticas anunciadas y sostienen que seguirán en estado de alerta hasta obtener una respuesta satisfactoria.

Este conflicto sindical se desarrolla en un momento crítico para el sector público, con posibles repercusiones en la administración tributaria y en el comercio internacional durante los días de protesta.