Así lo aseguró el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro Exportador de Cereales (CEC), Gustavo Idígoras.
Por las aguas de la Hidrovía circula el 90% de las exportaciones agroindustriales del país por lo que es el canal principal de salida para el complejo agroexportador más importante de América del Sur. Desde hace 25 años, el manejo de la Hidrovía está en manos de la empresa belga Jan de Nul y de su socia local, Emepa. En tanto, en los últimos meses, se generó una gran polémica en torno a la futura concesión de la misma.
“Hay cierto debate público y político. Pero es un tema de política e infraestructura, este canal sería como una autopista que hay que cuidarla todos los días. El rio está en una gran bajante, sino tuviéramos un sistema de dragado permanente, con gran conocimiento, tecnología y capacidad, la Argentina dejaría de tener importaciones y exportaciones”, manifestó Idígoras en diálogo con CNN Radio Rosario.
Al mismo tiempo, expresó: “Es clave la licitación internacional, equitativa y transparente en la que participen todas las empresas del mundo para poder bajar costos. Si logramos bajar los costos, podríamos incrementar un 20% las cargas adicionales que podrían salir de los puertos y además tendríamos un ingreso extra para el país”.
En torno a la disputa generada, el presidente de CIARA-CEC dijo: “Me puse en contra de que el Estado cobre el peaje, y lo que pasa con el Senasa es el claro ejemplo. Porque si no va a terminar estando desfinanciado permanentemente y ese dinero quedaría en el Tesoro e iría a otros servicios y no al que correspondería”. Y continuó: “El Estado tiene que controlar, no estatizar la hidrovía”.
Finalmente, aseguró que: “No hay aspecto negativo alguno en la hidrovía, estamos convencidos que no va a haber impactos ambientales negativos en la profundización y en la mejora de la señalización y balizamiento”.
Fuente: BCR