María Florencia Adip Alaggia es Piloto de Ultramar a bordo de una de las dragas de la Compañía Sud Americana de Dragados. En dialogo con Transport & Cargo destacó que “esta profesión es en parte por vocación y una elección de vida, que no cualquier persona está dispuesta a llevar”.
Por Agustín Barletti
– ¿Cómo decidió entrar en esta industria mayoritariamente manejada por hombres?
– Decidí elegir esta profesión como un desafío personal, y con la expectativa de poder conocer un ámbito nuevo. Egresé de la Escuela Naval Militar en el año 2007 y fui una privilegiada de recorrer el mundo abordo de la Fragata A.R.A. Libertad. En el año 2014 comencé mi carrera de marina mercante. Actualmente trabajo en Compañía Sud Americana de Dragados.
– ¿Qué barreras tuvo que derribar?
– No son fáciles los cambios culturales en cualquier institución o medio laboral. Al ser cupo de minoría tal vez llamaba la atención. En lo personal mi auto exigencia, es mi mayor critica.
– ¿Se notan avances este último tiempo respecto a una mayor presencia y reconocimiento de la mujer en la actividad?
– Esta profesión es en parte por vocación y una elección de vida, que no cualquier persona está dispuesta a llevar. Hay mayor presencia, sin embargo, el porcentaje es menor. Los embarcos duran aproximadamente un mes en dragas, y más tiempo en otras ramas marítimas. No es fácil estar separado de la familia en ese tiempo, por momentos se convierte en una profesión solitaria, por eso las relaciones y habilidades interpersonales para poder trabajar en equipo, la empatía y el apoyo familiar es fundamental para sobrellevarla.
– ¿Qué temas faltan aún resolver para consolidar la participación de la mujer en esta industria?
– Como opinión personal creo que en la actualidad las mujeres participan en todas las profesiones. Ésta en particular requiere de tu tiempo, tu compromiso y tu elección.
He planificado mi carrera con ayuda profesional siendo consciente de debilidades propias de mi género. Por ejemplo, la fuerza física. Sin embargo, tengo grandes habilidades en materias de gestión, fortaleza en liderazgo, trabajo en equipo, empatía compromiso y altos estándares de exigencia que me caracterizan para ser una buena profesional en esta área.
En mi caso soy soltera sin hijos, pero si en un futuro cambio mi proyecto de vida, probablemente elija otro rol dentro de este gran mundo marítimo.
No es un número de vacantes a cubrir por hombres o mujeres, sino de quien está dispuesto a embarcarse lejos de los suyos en una profesión que conlleva riesgos, aventura y tiempo de tu vida. Fuente: Transport & Cargo