La reciente promulgación de la normativa 2023/1115 de la Unión Europea (UE), que busca evitar la importación de productos provenientes de zonas deforestadas, ha encendido las alarmas en el sector exportador argentino, especialmente en lo que respecta a dos de sus principales productos: la carne vacuna y la soja.

En un reciente informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario, se detalla que la nueva regulación afecta a una amplia gama de productos clave para las exportaciones argentinas, como la soja y sus derivados, así como la carne bovina. Además, la normativa establece estrictas exigencias de trazabilidad que implican la certificación de que los productos exportados hacia la UE no provienen de áreas deforestadas.

La falta de esta certificación podría bloquear el acceso de estos productos al mercado europeo, lo que pone en riesgo una parte importante del comercio exterior del país.

Impacto en las exportaciones argentinas

La UE es un socio comercial clave para Argentina, absorbiendo cerca del 10% de sus exportaciones. En 2022, el 12% de las carnes y cueros bovinos y el 20% de la harina de soja exportada por Argentina tuvieron como destino la UE. Estas cifras destacan la importancia de este mercado para el país. Sin embargo, la nueva normativa introduce desafíos importantes para el cumplimiento de las exigencias de sostenibilidad y trazabilidad, en un contexto en el que Argentina ya enfrenta presiones económicas.

La ausencia de un sistema de trazabilidad claro y robusto podría generar trabas a las exportaciones, ya que cada embarque de productos como la soja deberá estar completamente certificado como libre de deforestación. Esto implica que un cargamento podría ser rechazado si una parte de su contenido no cumple con los requisitos establecidos, afectando a toda la cadena productiva y exportadora.

El riesgo que enfrenta Argentina con la implementación de esta normativa no se limita solo a la UE. Iniciativas similares están en curso en mercados clave como Reino Unido y Estados Unidos, donde también se están desarrollando normativas orientadas a garantizar que los productos importados no provengan de zonas afectadas por la deforestación. Además, países como Brasil y China ya han empezado a discutir este tema en sus agendas bilaterales, lo que podría ampliar el impacto de estas normativas sobre las exportaciones argentinas a otros mercados estratégicos.

Biodiésel

Si bien por ahora el biodiésel argentino, cuyo principal destino es la UE, está exento de esta normativa, se espera una revisión en 2025 que podría incluir productos como los biocombustibles, lo que representa una amenaza adicional para este sector, que generó divisas por US$ 1.832 millones en 2022.

El VISec

En este contexto, herramientas como VISec juegan un rol clave para asegurar la trazabilidad y sostenibilidad de los productos exportados. Durante un reciente encuentro en la Bolsa de Comercio de Rosario, se destacó la importancia de iniciativas como esta para garantizar que la agroindustria argentina pueda adaptarse a las exigencias internacionales de sostenibilidad y seguir siendo competitiva en los mercados globales.

Frente a este escenario, es crucial que Argentina siga de cerca los avances de la normativa europea y ajuste sus políticas productivas y comerciales para mitigar el impacto negativo que estas regulaciones podrían tener en sus exportaciones. El futuro del comercio exterior argentino está inevitablemente ligado a la capacidad del país para adaptarse a las nuevas exigencias globales en materia de sostenibilidad y trazabilidad.

Con información de la BCR