Las negociaciones entre la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) y la USMX han llegado a un punto muerto, aumentando la posibilidad de una huelga de estibadores en la costa este y el golfo de Estados Unidos, la cual podría iniciarse el 1 de octubre de 2024.
La falta de avances en las conversaciones laborales deja a la industria portuaria al borde de una interrupción que afectaría seriamente las cadenas de suministro y el comercio global.
Con más de 45.000 trabajadores portuarios preparados para un posible paro laboral, Harold Daggett, presidente de la ILA, advirtió sobre el impacto que esto tendría en los puertos clave de Estados Unidos, desde Maine hasta Texas.
La huelga podría paralizar hasta 36 puertos, incluidos cinco de los diez más activos de Norteamérica. Según Daggett, los miembros de la ILA están listos para actuar si no se cumplen sus demandas en el nuevo contrato laboral, que está próximo a vencer el 30 de septiembre.
Por su parte, la USMX ha instado a la ILA a regresar a la mesa de negociaciones, advirtiendo sobre las graves consecuencias de una huelga prolongada para ambas partes. Según la alianza de empleadores, “es imperativo evitar una huelga innecesaria y costosa”. Sin embargo, a pocas semanas del vencimiento del contrato vigente, las perspectivas de un acuerdo parecen lejanas.
Ante esta posible interrupción, algunos puertos han tomado medidas proactivas para minimizar el impacto. Los puertos de la costa este, incluidos el de Nueva York y Nueva Jersey, han extendido sus horarios de operación para acelerar el despacho de mercancías antes del 30 de septiembre. Terminales como Maher y APM de Maersk en Nueva York han añadido dos horas adicionales a su jornada operativa, buscando mitigar los efectos de la posible huelga.
El Puerto de Nueva York y Nueva Jersey, el más activo de la región, gestiona alrededor de 15.000 a 16.000 TEUs diarios, lo que representa un valor aproximado de 240.000 millones de dólares en mercancías anuales. Otros puertos, como los de Savannah y Virginia, también han ampliado sus horarios en un intento de reducir los posibles retrasos.
Un estudio de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, realizado por Mitre Corporation, estima que una huelga de 30 días en los puertos de Nueva York y Nueva Jersey podría generar pérdidas económicas de hasta 641 millones de dólares diarios. Aunque estos puertos son los más afectados, las repercusiones económicas se sentirán a lo largo de toda la costa este.
La última huelga de estibadores en la región tuvo lugar en 1977. Desde entonces, los puertos han experimentado un crecimiento significativo en su capacidad de manejo de mercancías, lo que subraya la magnitud del impacto potencial de la huelga actual. Con la fecha límite acercándose rápidamente, la atención se centra en si las partes involucradas podrán llegar a un acuerdo o si el comercio estadounidense enfrentará una crisis logística sin precedentes.