Redacción GlobalPorts//
Julieta Zelicovich, doctora en Relaciones Internacionales e investigadora de Fundar, destacó en Economía & Comex que «estamos viviendo un cambio de época que no se inicia ahora, sino que viene gestándose desde el Brexit y la primera administración de Trump«. Según la experta, el orden internacional basado en la globalización y la eficiencia económica ha sido reemplazado por una reconfiguración en la que los Estados recuperan protagonismo, priorizando la seguridad económica y la competencia de poder. «Trump tiene la capacidad de patear el tablero y utilizar aranceles como herramientas geopolíticas, no solo económicas», explicó.
Estos conceptos fueron analizados en profundidad en el segundo programa del ciclo Economía & Comex, transmitido por GlobalPorts Canal el jueves 13 de marzo. En esta edición, Diego Bercholc abordó el impacto del segundo mandato de Donald Trump en la economía global y argentina, acompañado por destacados expertos como Claudio Zuchovicki, Lucas Chiappe y Agustina Centeno, quienes examinaron los efectos de la guerra comercial y los desafíos que plantea el nuevo escenario geopolítico.
Una nueva escalada en la guerra comercial
Durante el programa, Bercholc planteó la cuestión de los recientes aranceles del 25% impuestos por Trump a los productos de sus países vecinos, lo que marca una diferencia clave con su primera administración, cuando la guerra comercial estaba centrada en China. Esta situación ya ha generado tensiones con México y Canadá, con idas y vueltas en las negociaciones que han llevado a represalias y contraofensivas arancelarias. Además, la Unión Europea amenaza con tomar medidas similares ante las restricciones impuestas por Washington.
Zelicovich, detalló que el ascenso de China ha impactado en la economía de Estados Unidos, y ha generado un terreno fértil para el crecimiento de liderazgos populistas y nacionalistas como el de Trump. “Esta situación ha llevado a una modificación del marco de reglas globales, con Estados Unidos adoptando medidas distorsivas del comercio y de la inversión que no eran consideradas legítimas hace tan solo quince años.”
La investigadora explicó que existen dos bloques de políticas comerciales en la estrategia de Trump: un proteccionismo basado en una visión mercantilista, donde los aranceles funcionan como mecanismo de recaudación estatal, y una política de competencia geopolítica, donde las medidas arancelarias y de regulación de inversiones buscan consolidar el poder de Estados Unidos frente a China y otros actores internacionales. «Este nuevo orden marca un cambio importante en la forma en que Estados Unidos maneja sus relaciones económicas, siendo más agresivo incluso con sus aliados que con sus adversarios«, detalló.

Consecuencias para la economía global y Argentina
El recrudecimiento de la guerra comercial está teniendo un impacto directo en la economía global. La experta advirtió que «las proyecciones de crecimiento para 2025 ya eran moderadas, y ahora podrían ajustarse a la baja debido a la incertidumbre generada por las nuevas medidas de Estados Unidos«. Entre los efectos inmediatos, se espera una contracción de los flujos comerciales, una reducción de la inversión extranjera directa y una mayor volatilidad en los mercados.
Para Argentina, este contexto representa un desafío aún mayor. «El país atraviesa una crisis económica interna que dificulta la competitividad de sus exportaciones, y la dependencia creciente del mercado norteamericano lo deja en una posición vulnerable ante los cambios en las políticas comerciales de Trump», alertó Zelicovich. Además, recordó que Argentina ya ha sido afectada por aranceles al acero y aluminio sin recibir exenciones, lo que podría replicarse en otros sectores clave.
En este marco, también surgen oportunidades. «Las restricciones comerciales entre Estados Unidos y China podrían abrir puertas para que Argentina incremente sus exportaciones a China en ciertos rubros, como los commodities agrícolas», indicó la especialista. Sin embargo, advirtió que «el país carece de amortiguadores para absorber shocks externos y de una estrategia clara para reposicionarse en el escenario global«.
La influencia de Estados Unidos en la infraestructura portuaria
Un tema particularmente relevante para la audiencia de GlobalPorts, que mencionó Bercholc, fue la reciente adquisición por parte de BlackRock del 80% de la cartera de terminales portuarias de la empresa hongkonesa CK Hutchinson, que incluye 43 puertos en 23 países, entre ellos dos terminales estratégicas en el canal de Panamá. «La presencia de capitales chinos en infraestructura portuaria y marítima ha sido una preocupación creciente para Estados Unidos, que busca recuperar influencia en sectores clave del comercio internacional«, explicó Zelicovich.
Según la experta, esta operación refleja cómo «los puertos han dejado de ser vistos solo como eslabones de una cadena de valor económica y han pasado a ser activos estratégicos dentro de la competencia geopolítica«. La venta de estos activos por parte de Hutchinson podría estar vinculada a la creciente presión sobre empresas chinas en mercados occidentales y a una estrategia de diversificación de riesgos.
El análisis en Economía & Comex dejó en claro que el segundo mandato de Trump traerá un reordenamiento del comercio global con consecuencias profundas para las economías emergentes como la argentina. Con un escenario de incertidumbre creciente, los expertos coinciden en que el país debe reforzar su estrategia comercial y diversificar sus mercados para evitar quedar atrapado en la disputa entre las grandes potencias.