En el panel “Puertos, logística e Industria Naval”, del Seminario Zárate Campana, los aspectos vinculados a la seguridad fueron abordados por Oscar Correas, presidente de PROBYP.
Por Violeta García
Oscar Correas relató cómo se ha complejizado la seguridad portuaria y en transporte fluvio-marítimo, “En el 2004 las barcazas se ataban a los árboles, ese fue nuestro comienzo. Después fuimos evolucionando y nos fuimos dando cuenta que había que armar estructuras y que había que darle una respaldo jurídico al amarradero de barcazas, tener una normativa. También estaba el tema de los empleados, de los sindicatos. En su momento firmamos un convenio con marina mercante para tener todo el personal ajustado a derecho”.
“Sin embargo, desde el 2004 no habíamos tenido más problemas que los normales. Pero en el 2021 aparecieron problemas nuevos y todo se volvió más complejo” afirmó el presidente de PROBYP y describió las diferentes amenazas a las que están expuestos los puertos, las cargas y el transporte.
“Los grandes problemas que hoy estamos teniendo tienen que ver con el narcotráfico. Con el traslado de drogas. Pero si solo hablamos de drogas no entendemos el problema, o si solo hablamos de narcotráfico tampoco lo entendemos” y explicó que para abordar la complejidad del problema se trabaja con el código PBIP (Protección de los Buques y de las Instalaciones Portuarias) una normativa para la prevención de amenazas de terrorismo y de tráfico de estupefacientes.
Se refirió también a las políticas internacionales que definen lo que es el narcotráfico, lo que son los estupefacientes, políticas creadas internacionalmente para combatir la oferta y la demanda y agregó “Debe haber un trabajo paralelo sobre quienes consumen así como sobre quienes lo venden. ¿Cómo se trabaja sobre el consumo? Con información. Y son estas sustancias las que tenemos que ir a buscar en los puertos”.
“Nosotros empezamos a armar equipos de estudio para saber qué es lo que está sucediendo hoy en el mundo del terrorismo y del tráfico ilícito de estupefacientes. Para entender cómo está funcionando en el mundo, para estudiarlo y sacar conclusiones para poder informar a nuestros clientes sobre donde pueden estar los inconvenientes” continuo el presidente de PROBYP.
Correas contó que tienen un sistema de vigilancia que permite ver todos los movimientos “Pusimos cámaras en el amarradero, con el beneficio de la energía solar. Para que todo lo que sucede quede grabado. Se las ofrecimos a la Prefectura para que las utilicen. Ahora estamos viendo qué podemos hacer con la utilización de los drones para mejorar el trabajo. Estamos haciendo control de alcoholemia en el ingreso al puerto. También estamos trabajando con detectores de estupefacientes caninos”.
Para finalizar, el presidente de PROBYP amplió la información sobre las diferentes jurisdicciones que actúan en los puertos, con competencias diferentes.
“Una es la de la Prefectura que tiene la tarea de controlar la seguridad y por otro lado la Aduana, que tiene la función de controlar la mercadería.
Sin embargo, hace 19 años que las organizaciones internacionales vienen trabajando en este problema complejo que involucra sustancias, personas y el contexto en el que viven. Se trata de un problema ético jurídico, medico sanitario, socio cultural, lo psicosocial. Se trata de un abordaje integral que no estamos pudiendo abordar correctamente” concluyó.