A través de un documento elaborado por el Instituto Malvinas de la UNLP gestionado por la Facultad de Ingeniería de la UNLP y el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas La Plata (CECIM), la casa de altos estudios avaló la construcción del Canal Magdalena. Será presentado este viernes en la audiencia pública virtual convocada por el Ministerio de Transporte de la Nación.
El documento elaborado, además de expresar su apoyo a la construcción del Canal Magdalena, analiza el alto impacto económico para la Argentina ya que facilita y economiza los costos y los tiempos de transporte de cargas a través de buques que se dirigen o proceden de los puertos de la Cuenca del Plata.
“Venimos a acompañar la iniciativa por la implementación del Canal Magdalena, así como hemos apoyado y protagonizado otros desarrollos desde la ingeniería energética, aeroespacial, y desde servicios sociocomunitarios, por su importancia estratégica, económica y productiva”, expresa el documento que lleva la firma del ex soldado conscripto combatiente en Malvinas y vicedirector del Instituto, Mario Volpe. También se propone “cambiar el rumbo” a través de una síntesis entre Soberanía, Ingeniería y Ambiente.
En la audiencia pública virtual que comenzará el viernes a las 9.30 de la mañana y se transmitirá a través de la web del Ministerio de Transporte, se expondrán los lineamientos del proyecto, el estudio de impacto ambiental y otros estudios complementarios.
Para la elaboración del informe trabajaron de manera conjunta miembros del Instituto e ingenieros del Departamento de Hidráulica. “El proyecto abre la puerta a múltiples procesos y convenios sociales y económicos, a la producción de fuentes de trabajo genuino, al incremento del comercio interior y exterior – fortalecido por el abaratamiento y potenciación del transporte de mercaderías-, a la definitiva integración de los territorios continentales, fluviales, costeros, marítimos, submarinos, con lógicas de conectividad concretas, y sentido soberano”, sostienen en el texto.
Asimismo, se postula que “el proyecto del Canal de Navegación Magdalena surge como alternativa para mejorar las condiciones de seguridad de la navegación por el Río de la Plata. Técnicamente, implica el dragado de apertura (extracción y disposición del material dragado) y el balizamiento del canal, y los posteriores dragados de mantenimiento”.
Para los especialistas, la documentación que sustenta esta opción también satisface las condiciones sinérgicas entre las etapas constructivas y operativas, respecto de los impactos ambientales integrales (biológicos, ecológicos, sociales y culturales). En este sentido, argumentan que la variante Magdalena, respecto de la entrada por Punta Indio, es superior por efecto de sobrantes beneficios indirectos, tangibles, permitiendo producir un círculo virtuoso sustentado entre la renta neta, su reinversión y la renta productiva.
“Uno de los impactos favorables de esta alternativa es que la navegación con cercanía inmediata a los puertos de La Plata, Dock Sud y Buenos Aires, resultará en una potente tracción al desarrollo de estos puertos y de otros emprendimientos, como por ejemplo, puertos deportivos, servicios náuticos, turismo, industria naval y demás actividades asociadas a la navegación comercial, de logística y de practicaje”, destaca el informe.
La construcción y puesta en marcha del Canal Magdalena permitirá establecer una continuidad fluvio-marítima a través de sus propias aguas, favoreciendo la autonomía en la salida al Atlántico Sur, a la vez de otras ventajas técnicas, como la referida a la dirección de su traza que, al acompañar la dirección de las corrientes y el transporte de los sedimentos, requiere menor mantenimiento. Por otra parte, una de las mayores ventajas de esta nueva traza, es que satisface los lineamientos básicos del buen diseño de las vías navegables, recomendados por las normas y asociaciones internacionales.
En referencia a la inversión y mantenimiento del sistema, se sostiene la importancia estratégica de un sistema administrativo eficiente y compatible con las reinversiones necesarias para su correcto funcionamiento. Con tal fin, se propone la creación de un Ente de Inversión y Administración, más la creación de un Fideicomiso para los procesos de inversión. “Estas herramientas deberán garantizar la inversión y reinversión trazable, como también así eficientizar la gestión del sistema”, argumentan.
En este sentido, se destaca la oportunidad de impulsar el crecimiento del dragado con empresas propias, que permitirá generar divisas, mano de obra y un apoyo a las vías navegables nacionales.
Entre las consecuencias geopolíticas se enfatiza el beneficio estratégico de una obra que favorece nuevas conectividades fluviomarítimas. “La posibilidad de las facilidades para que los buques se recuesten sobre los Puertos Argentinos, daría un importante impulso a la Industria Naval Argentina, a la conectividad económica con evidentes mejoras técnicas y materiales, a la capacidad de gestión de los recursos fluvio-marítimos en su más amplio espectro (seguridad, autonomía, desarrollos tecnológicos, capacitación profesional, etc.)”, menciona.
Otra ventaja sería la navegación en un corredor próximo a las costas de Buenos Aires, que le otorgaría un importante impulso al desarrollo de los puertos locales. “Por su cercanía e importancia económica mejorarán las operaciones en los puertos y vías desde la región mesopotámica, Buenos Aires, Dock Sud y La Plata, incluyendo a Bahía Blanca, y siguiendo hasta los de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur”, agrega.
Otra consecuencia provechosa sería “una salida franca a todo nuestro Atlántico Sur que mejorará no sólo la comunicación marítima sino la posibilidad de integración soberana de nuestro país bicontinental (incluyendo la irredenta soberanía sobre las Islas Malvinas y la irrenunciable proyección Antártica)”.