Redacción GlobalPorts//
Desde Ushuaia, el rompehielos ARA Almirante Irízar avanza hacia la etapa final de la Campaña Antártica de Verano, llevando no solo toneladas de carga, sino también el compromiso argentino con la presencia activa en el extremo sur del planeta.
Mientras gran parte del país disfrutaba del fin de semana, en el muelle de Ushuaia se desarrollaba una de las maniobras logísticas más complejas y simbólicas de la agenda nacional: el traspaso de carga entre el buque logístico ARA Patagoniay el rompehielos ARA Almirante Irízar, con destino final a las bases argentinas en la Antártida.
El Irízar zarpó con un total de 312 tripulantes, entre ellos las familias que pasarán el invierno en la Base Esperanza, una de las pocas del mundo donde se desarrolla vida civil y escolar en el continente blanco. Diecisiete niños y adolescentes forman parte de esa expedición, y con ellos viajan también los sueños, la educación y la continuidad de una política de soberanía que no se declama, se ejerce.
La operación incluyó el traslado de víveres, materiales de construcción, combustible y pertrechos esenciales, pero lo que verdaderamente se movilizó fue algo más profundo: la voluntad de un país de sostener su presencia en un territorio inhóspito, fundamental para la ciencia, el medioambiente y la geopolítica.
Durante 24 horas de trabajo ininterrumpido, las dotaciones del Patagonia y el Irízar maniobraron con precisión y compromiso. El traspaso incluyó 48 toneladas de víveres secos y carga refrigerada, 50 toneladas de materiales de mantenimiento y estructuras, y 157 tambores de combustibles y lubricantes, además de 650 metros cúbicos de gasoil antártico y 16 de JP1. La carga fue cuidadosamente redistribuida, mientras las grúas y las manos de marinos entrenados tejían la conexión entre el continente y su proyección antártica.
“El arribo del buque a Ushuaia es un logro que me llena de orgullo, no solo por lo que representa en términos logísticos, sino por el compromiso de toda la tripulación que enfrentó cada desafío con profesionalismo”, señaló el comandante del Patagonia, Capitán de Fragata Cristian Carrizo.
Esta es la tercera y última fase de la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2024/2025, que incluye escalas en las Bases Conjuntas Esperanza, San Martín y Petrel. Con esta misión, el Irízar consolida su rol como emblema de la logística antártica argentina y del esfuerzo sostenido por asegurar una presencia efectiva en un territorio clave para el futuro del planeta.
Porque la Antártida, más allá de su belleza remota y su silencio blanco, es también el centro de investigaciones científicas que ayudan a comprender el cambio climático, las dinámicas oceánicas y los límites de la vida humana en condiciones extremas. Y cada campaña logística, cada operación como esta, es un paso firme en la reafirmación del compromiso argentino con un territorio que no solo desafía, sino también inspira.
