El Senado de México aprobó una reforma que impondrá una cuota de $42 dólares a los pasajeros de cruceros al arribar a los puertos del país, lo que ha generado alarma en el sector empresarial.
Esta medida, que elimina la exención de pago por servicios migratorios a estos turistas, podría posicionar a México como uno de los destinos más costosos del Caribe, afectando significativamente al turismo, una de las industrias clave del país.
La iniciativa, impulsada por el partido gobernante Morena y sus aliados, forma parte de una reforma a la Ley Federal de Derechos que también incluye un incremento del 7.5% al 8.5% en la tasa de derecho especial sobre minería y aumentos en las cuotas para áreas naturales protegidas y servicios migratorios en aeropuertos.
Octavio de la Torre, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO SERVYTUR), advirtió que el cobro afectará gravemente a pequeños y medianos empresarios en estados como Quintana Roo, Baja California, Guerrero, Jalisco y Chiapas. “Esta medida significará una disminución significativa de visitantes, golpeando a las comunidades que dependen de la actividad turística para subsistir”, afirmó.
Datos de Asociaciones de Cruceros y Secretarías de Turismo estatales indican que los puertos mexicanos serán un 213% más caros en comparación con otras terminales del Caribe, lo que podría desviar el interés de las navieras hacia destinos más económicos.
La Asociación Mexicana de Agentes Navieros se sumó a los reclamos, señalando que la reforma comprometerá la competitividad de México frente a otros destinos caribeños. Además, cuestionaron la asignación de dos terceras partes de los ingresos de la tasa de migrantes a la Secretaría de la Defensa Nacional, destacando la falta de enfoque en el desarrollo turístico.
Los pasajeros de cruceros anteriormente estaban exentos del «derecho de no migrantes», dado que pernoctan en los buques y muchos ni siquiera desembarcan durante las escalas. Con esta reforma, México introduce un costo adicional que podría influir en las decisiones de los operadores de cruceros, un sector vital para economías locales y el flujo turístico internacional.
El sector empresarial ha solicitado revertir la reforma, argumentando que su implementación podría desencadenar un descenso en el arribo de cruceros y, en consecuencia, una menor derrama económica. No obstante, la reforma ya fue avalada previamente por la Cámara de Diputados y se encuentra en proceso de ser promulgada.