Plataformas de visualización de actividades en el mar con divergencias en el límite exterior de la zona económica exclusiva argentina respecto del oficial de nuestro país: una contribución más a la distorsión de la realidad.
Por Lic. Sergio Almada*
De manera constante recibimos todo tipo de información sobre la actividad de las flotas extranjeras de pesca en aguas distantes en la Milla 201,de cientos de ingresos ilegales de sus buques y de robos y pérdidas millonarias para nuestro país, que muchas veces damos por cierta sin que, los que debieran hacerlo como líderes y formadores de opinión, tomen conciencia de la importancia de indagar sobre la veracidad de las fuentes de esta información.
Estas estimaciones son moneda corriente en los medios de comunicación de Argentina y el mundo, formando parte además de discursos de ambientalistas, autoridades e incluso, suelen representar el fundamento principal en proyectos de ley y políticas, en su pretensión de dar solución a esta problemática.
Seguramente, muchos se sorprenderían si se les dijera que una buena parte de los que difunden esos datos y cifras realizan un simple proceso de repetición, una suerte de copie y pegue automático, por haberlas escuchado o leído en algún lado, sin demasiada, si acaso alguna, verificación mediante. La confiabilidad de los datos se ve reforzada si provienen de trabajos de investigadores internacionales bajo los auspicios de alguna organización de reconocimiento global.
¿Por qué entonces no indagar sobre las fuentes de información que utilizan estos investigadores, cuyos estudios la prensa, los políticos y ciudadanía toman por ciertos?, ya que seguramente y por razones obvias, en general no obtienen la información por observación directa en el mar y sí en cambio utilizan plataformas de visualización satelital de buques.
Algunos pioneros en la perspectiva aplicada al uso de estas plataformas de visualización, como la periodista e investigadora uruguaya Sabina Goldaracena, daban cuenta desde hace un par de años de que en plataformas de este tipo los límites de las Zonas Económicas Exclusivas de Argentina y Uruguay presentan divergencias con respecto a los oficiales de cada país.
Para el caso argentino, aquellas plataformas de monitoreo que utilizan como mapeo estándar de base, nombres de lugares y áreas marinas georreferenciados por Marine Regions, presentan en sus límites de la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA)considerables diferencias respecto al límite oficial vigente en nuestro país en tramos distintos de la zona en disputa con el Reino Unido en torno a la Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur.
Explicado de manera sencilla, Marine Regions es una integración de dos grandes bases de datos, una conteniendo nombres geográficos, principalmente marinos y otra, de límites marítimos. En la combinación de esta información, se representan las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) del mundo, dando lugar a información que podemos ver en los mapas de base de diferentes plataformas y otros tipos de Sistemas de Información Geográfica disponibles.
Las pruebas
Mediante la utilización del Sistema Policial de Vigilancia y Monitoreo de Buques de la Prefectura Naval Argentina – Sistema Guardacostas – pudo traducirse a números exactos esta divergencia de límites entre el oficial vigente y el de Marine Regions. Este último, expande la ZEEA en la mayor parte de los aproximadamente 900 kilómetros de frontera marítima (más allá de la cual se encuentra lo que definimos como Milla 201,zona de Alta Mar donde opera la flota extranjera de pesca en aguas distantes).
Este corrimiento, como se aprecia en las siguientes imágenes, alcanza su mayor expresión a la altura del Golfo San Jorge (en el denominado Agujero Azul), donde se obtienen valores máximos de diferencia de hasta 4.4 millas náuticas(poco más de 8 kilómetros). Este sector corresponde al área de mayor concentración de buques extranjeros y nacionales en procura de ejemplares pertenecientes a la Subpoblación Sudpatagónica de Calamar Illex y de otras importantes especies comerciales transzonales de nuestro país.
Por su parte, en el área norte dellímite exterior de la ZEEA (a la altura del Golfo San Matías), donde se produce a partir del mes de marzo la concentración de gran parte de las flotas pesqueras en procura de la Subpoblación Norpatagónica de calamar Illex, este corrimiento del límite de Marine Regions hacia el punto cardinal este, alcanza valores de hasta 1.51 millas náuticas (poco menos de 3 kilómetros).
Una plataforma con la ZEEA extendida respecto de la oficial da cuenta equivocadamente de intrusiones ilícitas de buques pesqueros extranjeros y de otras actividades o conductas en el mar, asociándolas con acciones ilegales.
Para dimensionar el error inducido, mediante el empleo del Sistema Guardacostas y sobre la base de un histórico de reportes AIS de buques pesqueros que operaron durante 2022 en las áreascon diferencias entre ambos límites, pudo verificarse la operación de más de 250 buques pesqueros presuntamente “ilegales” acorde límites empleados por Marine Regions (un35% del total de buques registrados en todo el área de la Milla 201por el mencionado sistema durante ese año),representando un claro ejemplo de la información e interpretación errónea de las actividades y conductas en el mar, a partir del uso de límites no oficiales.
Implicancias de esta divergencia
Organismos gubernamentales, universidades, centros de estudios e investigación y numerosas e importantesONGs, utilizan plataformas de monitoreo con mapeo de base de Marine Regions, como Marine Protection by Country, Fishing Area Finder y Global Fishing Watch entre otras. Esta última, reconocida y muy utilizada plataforma pública, hace un descargo de responsabilidad respecto de este mapeo, permitiendo al usuario subir sus propios límites.
Muchas de ellas, sobre todo en el segmento de la conservación de los océanos, han logrado incorporar importante tecnología satelital, big data e inteligencia artificial, por lo cual, son herramientas de empleo permanente de investigadores y autoridades.
Por ello, vale la pena dimensionar los alcances e implicancias de esta demarcación incorrecta, ya que, de las presuntas “intrusiones ilegales”, pueden desprenderse estimaciones de pérdidas o robos a nuestro país, de transbordos ilegales, de buques pesqueros que apagan sus AIS para luego realizar pesca ilegal en aguas argentinas y la creencia de que existe una situación de descontrol general de esta frontera marítima.
A partir del hallazgo de esta divergencia de límites, sería bueno preguntarse si los autores de numerosos estudios realizados en base a la información de plataformas de monitoreo de buques con límites divergentes de los oficiales, hubieran arribado a las mismas conclusiones si se hubiesen basado en los límites correctos.
Por ejemplo si los autores de “Global view of transshipment: revised preliminary findings” [1] se hubieran preguntado si “¿Es el alto nivel de encuentros(refieren a transbordos) a lo largo de las fronteras de Argentina …. el resultado de que los barcos capturan en la ZEE y la descargan ilegalmente en barcos de fuera…?”, o si los autores de Now You See Me, Now You Don’t: Vanishing Vessels Along Argentina’s Waters” [2] donde se afirma que “en muchos casos, la anulación del AIS va de la mano de la pesca ilegal en la ZEE de Argentina”, hubieran tenido sustento para realizar esa afirmación.
Podemos concluir en la necesidad de verificar y ser críticos con las fuentes, sea cual fuera su origen. Que un video o una fotografía de buques pesqueros o luces de éstos sin georreferenciación y sin información de un software específico que determine si esa posición está dentro de la ZEEA, no representa prueba alguna de ingresos ilegales a nuestras aguas. Que cuanto más nos desinformamos más nos alejamos de entender la realidad que nos afecta.
La problemática en torno a la operación de esta flota extranjera existe y no es el resultado de ingresos a nuestra ZEE ni de falta de control (aunque puede y debe ser mejorado), sino que es producto de más de 500 buques pesqueros extranjeros operando durante meses sin límites de captura en la Milla 201 sobre especies transzonales y altamente migratorias de la ZEEA.
Lamentablemente, si se parte de un escenario y causas irreales de una problemática, difícilmente se logre adoptar medidas eficaces y sostenibles para solucionarla.
(*) Licenciado y Profesor en Geografía. Licenciado en Seguridad Marítima. Diplomado en políticas para el futuro sostenible del mar. Coordinador del Equipo Interdisciplinario para el Control de los Espacios Marítimos (EICEMAR) de la Prefectura Naval Argentina. Docente Escuela Superior de Ciencias Marinas de la Universidad Nacional del Comahue. .