Por Lucía Bercholc
La Prefectura Naval Argentina (PNA) identificó a un hombre que realizó maniobras imprudentes a bordo de una moto acuática a pocos metros de la colonia de lobos marinos ubicada en la Reserva del Puerto de Mar del Plata. El caso llegó a la institución mediante imágenes y videos publicados por distintos usuarios en redes y medios de comunicación. Ante el hecho, la PNA abrió un sumario cuya sanción podría superar los dos millones de pesos. Es importante reconocer que el hecho podría haber terminado en una colisión y posible lesión a los animales, a la vez que representa mucho estrés para los mismos.
La investigación por parte del organismo permitió establecer que el acto se llevó a cabo el sábado por la tarde, comprobando que el dueño de la moto acuática era un hombre rosarino de 36 años que reside desde hace unos meses en la ciudad marplatense. El mismo fue citado a la sede de la PNA en Mar del Plata, donde se lo notificó de la apertura de un sumario en su contra que lo expone a la multa mencionada anteriormente. Según fuentes de la institución, el hombre reconoció la falta cometida y se puso a disposición de la autoridad marítima. Es necesario tener en cuenta este hecho en la agenda de la conservación de fauna, ya que en temporada alta es común el acercamiento entre turistas y diversas especies.
El lobo marino es, históricamente, protagonista en Mar del Plata: su aparición en souvenirs del puerto, remeras, adornos del tiempo, postales y esculturas es de público conocimiento. Siendo uno de los emblemas más importantes de la ciudad, es necesario comprender que cuidar la población de lobos marinos y demás especies locales es cuidar el patrimonio natural y cultural marplatense. En este sentido, resulta imperativo tomar acción frente a los posibles comportamientos dañinos que las personas llevan a cabo en zonas de distribución de estos animales.
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A partir del hecho mencionado, es interesante rescatar que en esta temporada de verano se están registrando numerosas apariciones de lobos y elefantes marinos, entre otras especies, en las zonas turísticas de la Costa Atlántica, habiendo avistajes recientes de ejemplares en las costas de Villa Gesell y Pinamar -como es el caso de “Cejitas” y “Margarita”, dos hembras de elefante marino que llevan varios días descansando en la orilla y son monitoreadas por la Fundación Ecológica de Pinamar-. Por ejemplo, solo en el día de ayer, 28 de enero, se avistó un cazón nadando a pocos metros de la orilla en el balneario marplatense Las Toscas -especie de tiburón inofensiva que suele avistarse en las costas y se alimenta de peces-, y un elefante marino que salió a descansar en una de las escolleras de Playa Varese.
Ante estos dos casos es importante destacar que es completamente natural en el comportamiento de estos animales que se acerquen a la costa o, en el caso del elefante marino, que salgan a descansar sobre la arena, ya que comprende su hábitat -en la mayoría de los casos, salen para acelerar el proceso de muda de piel-. Una cuestión a tener en cuenta con urgencia es que no se estableció un cerco para el elefante marino en Varese, lo que resultó en una acumulación de turistas que estresa al animal, forzándolo a volver rápidamente al agua e interrumpiendo su descanso. No solo es peligroso para el ejemplar, sino también para la gente: los elefantes y lobos marinos son animales tranquilos, pero podrían reaccionar en forma defensiva si se sienten amenazados. Por esto mismo es absolutamente necesaria la rápida acción de las autoridades competentes, las cuales deben a su vez estar informadas respecto al manejo y cuidado de la fauna local.
Juan Lorenzani, titular de Fundación Fauna Argentina (FFA), la organización que opera en la Reserva de Lobos Marinos en la Escollera Norte de Mar del Plata, explicó respecto a la aparición de un elefante marino en la zona de La Perla que “Cuando salen es por necesidad. (El animal) fue obligado a ir al mar en pleno proceso de muda; la muda se produce en tierra y pueden estar entre 30 o 40 días en la zona. Lo que hay que hacer es dejarlo tranquilo, hacerle un cerco e informar a la gente”. A su vez, otras autoridades de FFA expresaron: “Notamos que hay una falta total de coordinación y mucha soberbia de las autoridades que deberían contactarse con las ONG que trabajamos en esto para que las cosas salgan mejor. Hay que unirse, no desunirse”, apelando al trabajo conjunto y multidisciplinar para la conservación de especies.
Cómo actuar frente a la presencia de animales en la costa
Con respecto a la navegación ante la presencia de animales, las recomendaciones de la PNA son que “toda persona que realice actividad náutica deportiva o comercial deberá mantener una distancia prudencial de, al menos, 200 metros frente al avistaje de mamíferos marinos. Ante esta situación, se aconseja disminuir la velocidad y adoptar recaudos de vigilancia para evitar colisiones o aproximaciones a distancias inferiores a la indicada”.
En el caso de que ocurriese una colisión con un mamífero marino, es necesario informar inmediatamente al Centro de Gestión de Tráfico Mar del Plata, vía canal 16 VHF del Servicio Móvil Marítimo, o al número 106 de emergencias náuticas. De la misma manera, se debe notificar ante el avistaje de individuos varados o lesionados, y no intentar manipular por cuenta propia al ejemplar.
Teniendo en cuenta que la aparición de lobos y elefantes marinos en las playas es natural, lo indicado es dejar tranquilos a los individuos, mantener alejados a los animales de compañía ya que pueden estresarlos, y que las autoridades correspondientes hagan un cerco que delimite el espacio de los animales para que la gente no se acerque imprudentemente a los mismos.
Es necesario implementar la educación ambiental a nivel social, y la misma debe ser transmitida por los principales actores involucrados en la seguridad marítima y costera, incluyendo a quienes operan en las playas, como guardavidas, guardaparques y demás agentes encargados. En este sentido, es clave concebir a la fauna local como parte de un patrimonio cultural a proteger. Por esto mismo, se requiere una articulación entre los organismos y autoridades competentes en pos de contribuir a la protección y conservación de la biodiversidad local, al igual que resulta necesario incentivar el interés y la participación activa del público en el cuidado de la misma, ya que forma parte del entramado patrimonial natural, cultural e histórico que tanto caracteriza a Mar del Plata, tanto a nivel nacional como internacional.