Por Ariel Armero, GlobalPorts//
Las grandes cadenas productivas del agro argentino han encendido las alarmas sobre una problemática que no puede esperar: plantean la necesidad de una nueva licitación para la gestión de la Vía Navegable Troncal (VNT), cuya fallida concesión ha dejado en suspenso el futuro del principal corredor logístico del país.
En un comunicado conjunto, las entidades que nuclean a los productores de maíz, soja, trigo, girasol y sorgo (Maizar, Acsoja, ArgenTrigo y Asagir) le reclamaron al Gobierno que acelere el proceso licitatorio y garantice un esquema eficiente, a riesgo empresario y sin intervención del Estado.
El pedido no es menor: la agroindustria argentina, pilar de la economía nacional, depende en gran medida del buen funcionamiento de la hidrovía para colocar su producción en los mercados internacionales. Con un país ubicado a miles de kilómetros de sus principales destinos de exportación, cualquier sobrecosto logístico se traduce en una menor competitividad frente a otros actores globales.
Los sectores productivos piden definiciones sobre la nueva concesión, que pone en jaque no solo la rentabilidad del sector agroindustrial, sino también el ingreso de divisas en un contexto de urgencia económica.
Un proceso dilatado y la incertidumbre del sector
Desde que el Gobierno anterior tomó la decisión de no renovar la concesión a la empresa que gestionó la VNT durante décadas, la situación ha oscilado entre la incertidumbre y la falta de una estrategia clara. El primer intento de licitación fracasó y, mientras tanto, las tareas de dragado y balizamiento han quedado en manos de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPYN) un esquema transitorio que carece de previsibilidad a largo plazo.
El comunicado de las cuatro cadenas productivas del agro enfatiza la necesidad de que los futuros pliegos sean elaborados en conjunto con los usuarios de la hidrovía, para garantizar tarifas de peaje razonables y evitar costos innecesarios. «Proponemos que en los próximos meses se trabaje junto a los usuarios en la elaboración de un pliego atractivo para los posibles oferentes, con el objetivo de obtener las tarifas de peaje más bajas posibles», expresaron los dirigentes del sector agropecuario.
El costo del estancamiento
La falta de una solución definitiva a la administración de la hidrovía impacta directamente en la competitividad de las exportaciones argentinas. Según estudios sectoriales, el costo logístico representa un porcentaje significativo del precio final de los productos exportados. Sin una hidrovía modernizada, con calados adecuados y señalización eficiente, las demoras y los sobrecostos pueden traducirse en menores ingresos para el país.
Además, la VNT no es solo una vía de salida para la producción agroindustrial. También es clave para el transporte de combustibles, insumos industriales y otros sectores estratégicos. Su estancamiento afecta a todo el entramado productivo nacional, generando un cuello de botella que limita el crecimiento y las inversiones.
Un llamado urgente a la acción
Los firmantes del comunicado, Rodolfo L. Rossi (ACSOJA), Martín Biscaisaque (ARGENTRIGO), Juan Martín Salas Oyarzun (ASAGIR) y Federico Zerboni (MAIZAR), advirtieron sobre la urgencia de retomar el proceso de licitación con criterios claros y transparentes. No se trata solo de una cuestión sectorial, sino de un problema estructural que afecta a toda la economía del país.
El tiempo corre y las demoras en la definición del futuro de la hidrovía pueden traducirse en una pérdida de competitividad que la Argentina no puede permitirse. La modernización y el desarrollo de la infraestructura logística deben ser una prioridad en la agenda gubernamental, si el objetivo es fortalecer el comercio exterior y garantizar un desarrollo sustentable para el sector productivo.