El Gobierno chileno pretende avanzar sobre territorio argentino con potencial para la explotación de minerales e hidrocarburos. También se podría desarrollar la pesca y la acuicultura. Los especialistas calculan que en toda la plataforma continental argentina hay recursos que podrían duplicar o triplicar el PBI.
Por Andrés Lerner//*
El intento del Gobierno de Piñera de proyectar la plataforma continental de Chile sobre un territorio que el Tratado de Paz y Amistad entre ambos países y la Organización de las Naciones Unidas reconocen como argentino, pretende poner en jaque recursos naturales de suma importancia.
Si bien se desconoce con exactitud el potencial de la zona, se estima que hay minerales e hidrocarburos. También se podría explotar la pesca y la acuicultura. Los especialistas calculan que en toda la plataforma continental argentina hay recursos que podrían duplicar o triplicar el Producto Bruto Interno.
El Gobierno de Chile hizo oficial una medida que pretende proyectar su plataforma continental sobre el territorio argentino.
La reacción del Ministerio de Relaciones Exteriores que conduce Felipe Solá no se hizo esperar: “El límite exterior de la plataforma continental argentina en esta zona se refleja en la Ley Nacional 27.557. Dicha ley no hace sino recoger en una norma interna la presentación oportunamente efectuada por el Gobierno argentino ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental . Esa presentación se ajusta en todo al Tratado de Paz y Amistad y fue aprobada sin cuestionamientos. Ni la presentación ni la decisión de la Comisión fueron objetadas por Chile”, argumenta el comunicado de la Cancillería.
Fuentes del ejecutivo argentino señalaron a Ámbito que la medida de Piñera está íntimamente relacionada con el proceso electoral que se avecina y la crisis política que atraviesa su gobierno. Pero el conflicto diplomático también pretende poner en cuestión recursos naturales estratégicos y de gran valor económico.
Si bien se desconoce con exactitud el potencial concreto de la zona, de acuerdo a lo que señaló a este medio la coordinadora general de la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental Argentina, Frida Armas, podría haber minerales, hidrocarburos y especies sedimentarias.
En diálogo con Ámbito, el vicedirector del Instituto Malvinas de la Universidad Nacional de La Plata en donde hace años estudian el potencial económico de esa zona, Mario Volpe, especificó que “hay potencial para la extracción de petróleo, gas, nódulos polimetálicos que contienen minerales útiles para la industria de la aviación y las baterías de litio e hidratos de metano”. En el mismo sentido, consideró que también puede explotarse la pesca y la acuicultura.
De acuerdo a distintas tesis con las que trabajó Volpe, se estima que la explotación de los recursos naturales que hay en la plataforma continental argentina delineada por el nuevo mapa podría llevar a “duplicar o triplicar el Producto Bruto Interno, considerando los ingresos que se generarían en todas las actividades económicas”.
Más allá de los 9.000 kilómetros de plataforma que estarían en pugna, en cuanto a los recursos naturales, también hay quienes especulan con que Chile intenta avanzar sobre la Antártida, que concentra el 70% del agua potable del mundo y que actualmente se encuentra legislado bajo el tratado antártico que se debe renovar en 2041 y que posterga las pretensiones de los países.
Con los nuevos límites que establece la ley sancionada por el Congreso el año pasado, la plataforma continental es el doble de grande que la Argentina continental. De esta manera se suman 377.000 kilómetros cuadrados y derecho sobre todo el lecho marino y sus recursos naturales, como también sobre la pesca sedentaria, es decir, sobre las especies que se encuentran en el suelo.
El Gobierno argentino concluyó que la pretensión chilena “no es aceptable para la República Argentina” y llamó a resolver la situación a través del derecho internacional y del ” diálogo en defensa de los derechos argentinos; de acuerdo a la histórica hermandad de nuestros pueblos y el derecho internacional”. Fuente: Ámbito