Hace 16 años, cuando Romina Parquet fundó su empresa, no había mujeres líderes en su rubro y por eso su posición fue revolucionaria. En diálogo con Transport & Cargo, la CEO de CIMC Delfin Group destacó que hoy la mujer tiene casi iguales condiciones que los hombres, excepto bajo religiones fundamentalistas, y que en las sociedades educadas no existe un trato diferente.
Por Agustín Barletti
En diálogo con Transport & Cargo, la CEO de CIMC Delfin Group destacó que hoy la mujer tiene casi iguales condiciones que los hombres, excepto bajo religiones fundamentalistas, y que en las sociedades educadas no existe un trato diferente.
– ¿Cómo decidió entrar en esta industria que está mayormente manejada por hombres?
– Empecé a los 18 años de casualidad, cuando me tocó reemplazar por 15 días a una persona en la recepción de la naviera Hamburg Sud. Ingresé en una empresa alemana con mentalidad europea donde la mujer era tratada con igualdad. Luego tuve la bendición de conocer a Marcelo Continanza, mi socio, quién no solo me valoró, sino que simbólicamente me ha dado hasta su lugar.
Trabajo en un Grupo Chino hace 16 años y viajé por todo el mundo y entiendo que el lugar a la mujer se lo da en realidad una misma. Podés sentarte y lamentarte o seguir contra viento y marea hasta lograr tus objetivos. Solo se trata de eso, de no quedarte donde no encajás y salir rápido de situaciones traumáticas. Quizás por tener siempre tantas responsabilidades no reparé en eso, o al menos a mí no me sucede, por el contrario. Considero que hoy la gente está más preocupada por otros temas y la discriminación es más para sectores marginales.
– ¿Qué barreras tuvo que derribar?
– Durante los primeros siete años de mi empresa trabajé de lunes a lunes 20 horas por día, literal. Sin dudas lo tuve que hacer para asegurarme el lugar que tengo hoy en el Grupo y en mi país, pero no lo viví como una carga, fue la vida que elegí y lo que aprendí de mis padres que trabajaron toda su vida hasta los 70 años. Cuando nacieron mis hijos cambié los hábitos laborales y aprendí a delegar y optimizar mi tiempo, cada año progreso más en este sentido y acá va la frase: la calidad y no la cantidad.
No siento que ser mujer haya sido un problema, quizás porque siempre tuve una actitud de vida muy masculina sin dejar de ser mujer. Hoy día el festejo es más popular que memorable por lo tanto correspondería un día para ellos. Los hombres también pueden ser maltratados de muchas maneras.
– ¿Se notan avances en este último tiempo respecto a una mayor presencia y reconocimiento de la mujer en la actividad?
– No se puede generalizar, el comercio exterior abarca muchos rubros: importadoras, exportadoras, bancos, empresas navieras o aéreas, despachantes de aduana, certificadoras, terminales portuarias, transporte terrestre o rodoviario, depósitos fiscales o nacionales, empresas de servicios logísticos, agentes de cargas, etc. Cada uno de los nombrados, y de los demás que no mencioné, trabajan en contextos y condiciones laborales muy diferentes. Realmente no es lo mismo la mentalidad de una empresa multinacional que una nacional. Muchos de nosotros aprendimos en la práctica “el oficio” como se dice, ya que los conocimientos académicos no son suficientes para abordar un trabajo en comercio exterior.
Quien se entere de las dificultades que vivimos en nuestra actividad, difícilmente desee seguir esta carrera. Es un trabajo con muchas presiones y responsabilidades y no todo el mundo está preparado para asumirlo. Aun siendo el comercio exterior esencial en el mundo la realidad es que también están de moda otras carreras universitarias más vinculadas a la tecnología y los alimentos, por lo cual en el futuro cercano vamos a tener problemas con el capital humano de ambos sexos.
La verdad es que no hay hombres de carrera como antes, entonces supongo que por eso le dieron más lugar a las mujeres que se han destacado. Hoy la mujer tiene casi iguales condiciones que los hombres, excepto bajo religiones fundamentalistas, pero en sociedades educadas no pasa que la mujer sea tratada diferente. De todos modos, no somos lo mismo y no estamos para las mismas vivencias o experiencias, desde lo más visible que es lo físico hasta lo más interno como las emociones y los sentimientos.
– ¿Qué temas faltan aún resolver para consolidar la participación de la mujer en esta industria?
– El puerto, la aduana y los sindicatos son sectores donde esta muy metida la política, y donde se viven situaciones que tienen mas que ver con los valores y principios de los hombres. Quizá sea más fácil hablar entre hombres y evitar las sensibilidades femeninas, incluyéndome (risas).
Ahora bien, del lado de las empresas de servicios hoy trabajan tantas mujeres como hombres. Cuando fundé la empresa, 16 años atrás, no había mujeres líderes en mi rubro y sin dudas mi posición fue revolucionaria, incluso en mi Grupo sigo siendo la única mujer con un cargo directivo.
De todos modos, la discriminación es un problema social global, y las visas para migrar o emigrar a otros países son el ejemplo más vivo.
El primer ejemplo lo tiene que dar el Estado que representa a la sociedad. El respeto al prójimo va mas allá de si se es hombre o mujer. Fuente: Transport & Cargo