Uruguay vive la peor crisis en 74 años, un informe emitido por la Presidencia de Uruguay indica que a la mayor reserva de agua potable de la nación le queda apenas un 1,87 por ciento de su capacidad. El agua que se bebe tiene un índice de sodio superior a lo que establece la norma.
El embalse “Paso Severino”, que abastece a la planta de “Aguas Corrientes” está en su mínimo histórico. A través de esta planta, la Administración Nacional de Obras Sanitarias del Estado (OSE) abastece a los principales departamentos urbanos del país: Montevideo, Canelones y San José.
Desde finales del pasado abril, Obras Sanitarias del Estado (OSE) ha estado mezclando el agua dulce de Paso Severino con la que proviene de fuentes cercanas al Río de la Plata, más salobre por provenir del estuario. Sin embargo, el cambio en el sabor del líquido es evidente. Además, elevó el tope de sodio permitido.
Aún en estas condiciones, el área metropolitana consume de forma diaria 504.073 metros cúbicos de agua, de acuerdo al documento oficial emitido por el Gobierno uruguayo.
El Gobierno se había comprometido a realizar un embalse en el río San José en 30 días y diversas cañerías de 13 kilómetros y medio para trasladar agua hasta Belastiquí y abastecer a la planta de Aguas Corrientes, sin embargo, la empresa que fue contratada para la obra expresó que el plazo se duplica.
Desde la oposición, el Frente Amplio recordaron que el expresidente Tabaré Vázquez (2015-2020) entregó a su sucesor, Luis Lacalle Pou, el Proyecto Casupá, para construir una represa que podría haber aumentado la reserva de agua dulce. Ese proyecto, asegura el FA, fue desestimado por el Gobierno actual.
Según expertos, las lluvias que se esperan para estos días podrían llegar a los 20mm, lo que no es suficiente para regresar a la normalidad las reservas de agua. En este escenario a la zona le quedan los días contados de agua bebible, incluso mezclando las escasas reservas disponibles con el agua del Río de la Plata.
Con información de: El País /La Diaria /Memo/El Salto