Gobierno y privados coinciden en los temas clave y suman ideas para el futuro pliego de licitación del principal enclave de contenedores de la Argentina
El futuro del puerto Buenos Aires desde el punto de vista de sus protagonistas directos fue uno de los temas centrales del XXX Seminario Internacional de Puertos, Vías Navegables, Transporte Multimodal y Comercio Exterior, organizado por Globalports.
Marcelo Peyregne, gerente general de la Administración General de Puertos (AGP), en la apertura del panel dijo que en los últimos 20 años el mundo se ha transformado, por lo que “hay cambios profundos que el puerto de Buenos Aires tiene que alcanzar. A pesar de la pandemia se hicieron muchas cosas. Por ejemplo, se retomaron obras fundamentales para el puerto”.
El funcionario, con una vasta experiencia dentro de la AGP, resaltó que mediante la coordinación y el trabajo con los gremios se armaron los protocolos del Covid-19, haciendo un gran esfuerzo para coordinar con los actores.
El gerente general de la AGP destacó las decisiones que tomaron de bajar las tasas a las cargas y el monto del canon a los concesionarios: “un servicio a los usuarios y la carga que para nosotros era fundamental mantener”, dijo. Además, comentó que desde los equipos técnicos de AGP se está brindando asistencia y capacitación a otros puertos.
Tras ratificar que Buenos Aires “es un puerto federal, nacional, y de todos los argentinos”, Peyregne informó que están trabajando para tener un nuevo diseño en el próximo llamado a licitación, y descartó el plan del gobierno anterior para que opere una única terminal.
“Se pretende que el puerto mantenga su productividad y así siga siendo atrayente para la carga de las navieras”, resaltó el funcionario.
Alfonso Mingo Jozami, gerente general del Centro de Navegación, aprovechó este foro de debate para dar una primicia: la institución llevará a cabo un estudio técnico para brindar su opinión y aportar ideas para los próximos pliegos de licitación de Puerto Buenos Aires.
“Lo que nos reúne es el futuro del puerto. El de Buenos Aires es el principal puerto de contenedores y cruceros del país y el único federal. Este puerto no ha sido realmente modificado desde hace 100 años, esto muestra la visión que tenían nuestros antepasados. Hay que definir una estrategia de corto y mediano plazo y reducir los costos inherentes a la logística, como también proyectar una estrategia a largo plazo para pensar un puerto de aguas profundas”, aseguró el directivo.
Patrick Campbell, vicepresidente primero del Centro de Navegación, aportó certeras estadísticas sobre el movimiento de contenedores.
“En el período de enero a octubre 2020 en todos los puertos de la Argentina se movieron 458.405 TEUs (unidad equivalente a un contenedor de 20 pies) de exportación y 432.488 TEUs de importación. Puntualmente en el área Buenos Aires que incluye Puerto Nuevo y Exolgan, las exportaciones en contenedores crecieron un 8%, pero las importaciones cayeron un 13%. Estas cifras solo contemplan los contenedores llenos” , ilustró Campbell.
El vicepresidente primero del Centro de Navegación también señaló que “se debe tener mucho cuidado con las grandes inversiones en las zonas logísticas de terminales portuarias. Hay que trabajar muy fuerte hacia el futuro para ver dónde hay que invertir. Hoy tenemos una logística saturada producto de la pandemia, y los principales puertos del mundo están muy congestionados”, advirtió.
El directivo también dejó claro que “los operadores portuarios que hoy están en Buenos Aires se encuentran entre los principales del mundo” y que “sería bueno para el país mantener este nivel en el futuro”.
Enrique Loizzo, presidente del Centro Despachantes de Aduana (CDA), aportó una mirada constructiva y a la vez realista.
“Todos coincidimos en lo mismo: hay que cambiar el puerto, tenemos un puerto viejo. Debemos pensar en un puerto más moderno. La pandemia nos dejó enseñanzas, y entre ellas, que debemos terminar con el papel para ir a lo práctico”, recalcó Loizzo.
A juicio del titular del CDA, “el puerto es fundamental y es necesario que lo cambiemos. En esta línea, es negativa la concentración en una sola terminal, ya que eso demora los procesos y puede generar conductas monopólicas”.
Luego de ratificar que aún siguen existiendo problemas estructurales, Enrique Loizzo expuso lo positivo al mostrar que “hubo una mejora de la infraestructura”, pero agregó que, “aún no se pudo sostener todo lo que es necesario para estar bien. Los avances llevan mucho tiempo. En este panorama, esperamos una licitación clara y amplia, con actores que puedan atender a las necesidades actuales y con un puerto que sea adecuado, ágil y menos costoso”. Fuente: Transport & Cargo